La NASA da de baja su vetusto avión laboratorio Douglas DC-8

Ultimo aterrizaje del DC-8 de la NASA, donde los bomberos de la base d Palmdale le han hecho el arco de agua. (Foto NASA)

Uno de los últimos aviones polimotores Douglas DC-8, un diseño de los años cincuenta del pasado siglo, en concreto el que operaba la NASA, realizaba su último vuelo el 1 de abril. Será sustituido por un Boeing 777-200.

El avión Douglas Aircraft Company (hoy Boeing) DC-8-72, matriculado como N817NA, completó su misión final y aterrizó en el denominado Centro de Investigación de Vuelo Armstrong edificio 703, que forma parte de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio o National Aeronautics and Space Administration (NASA), en Palmdale (California).

El avión se retirará oficialmente en mayo de este año, poniendo fin a los 37 años de carrera en favor del Laboratorio de Ciencias Aerotransportadas de dicha administración norteamericana. Su vida operativa, fue el número 458 en la línea de producción de la planta de la referida empresa en Long Beach (California), comenzó en mayo de 1969, cuando fue entregado a la actualmente desaparecida aerolínea italiana Alitalia con la matrícula I-DIWK, después de una década de servicio fue vendido a la empresa Braniff antes de ser adquirido por la NASA, por lo que ha volado durante 55 años.

Según las imágenes de la NASA, el icónico avión y su tripulación fueron recibidos con el tradicional arco de agua por el Departamento de Bomberos de la Planta 42 de la base de Palmdale de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos o United States Air Force (USAF).

El ya histórico Douglas DC-8 de la NASA, en uno de los hangares que tiene la  Agencia  donde en la californiana base aérea Palmdale. (Foto NASA)

Estamos ante uno de los grandes aviones diseñados por las compañías de Estados Unidos en los años cincuenta del pasado siglo para realizar  vuelos transcontinentales, como también fue el caso del Boeing 707. El DC-8 de la NASA tiene 48 metros de largo y una envergadura de 45,2, puede permanecer en el aire durante 12 horas, aunque sus misiones científicas se alargaban normalmente entre 6 a 10 horas. Este DC-8 operaba con 45 profesionales (investigadores y tripulantes de vuelo) y transporta 13.600 kilos de instrumentos y equipos científicos.

Según la Administración, los datos recopilados con el avión durante sus misiones de vuelo mediante sensores remotos se han utilizado para estudios de arqueología, ecología, geografía, hidrología, meteorología, oceanografía, vulcanología, química atmosférica, ciencia criosférica, ciencia del suelo y biología.

En 2016, el DC-8-72 se desplegó en la Misión de Tomografía Atmosférica o Atmospheric Tomography Mission (ATom-1) para estudiar el impacto de la contaminación del aire producida por el hombre mediante los denominados como  gases de efecto invernadero y en los químicamente reactivos en la atmósfera.

El DC-8 continuará su legado educativo cuando se retire a su nuevo hogar, en la Universidad Estatal de Idaho, en Pocatello, donde se utilizará para capacitar a futuros técnicos aeronáuticos brindándoles experiencia del mundo real en el programa de tecnología de mantenimiento de aeronaves de dicha Universidad.

En 2022, la NASA compró un avión para reemplazar su DC-8, en concreto un Boeing 777-200ER (Extended Range) anteriormente operado por la aerolínea Japan Airlines. En su nueva etapa realizó su primer vuelo en el Centro de Investigación de Langley (Virginia) de la NASA el 15 de diciembre de 2022. Actualmente este Boeing está en fase de modificaciones y equipamiento para adaptarlo a misiones de laboratorio aéreo de investigaciones, de cara a que, en 2025, realice su primera misión científica. (Julio Maíz)

                                                                                                       


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