Por fin, Iberia firmó un acuerdo con el Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas, que le permitirá una relativa paz con ese colectivo –los pactos que ha rubricado casi nunca dejan completamente cerrada la puerta a su insoportable conflictividad– después de muchos años de peleas, que materialmente cambiaron la faz de esta compañía, pasando de ser una de las más rentables del mundo, a padecer una grave situación económica y financiera, cuyo final todavía está lejano. La pregunta que mucha gente se formula es por qué SEPLA no aceptó hace años las condiciones que ahora ha asumido y, por ello, si sus dirigentes –parte de los cuales son los mismos– no van a asumir responsabilidades por ello.
El panorama que hoy SEPLA se encuentra no recuerda en absoluto al de hace diez años. Muchas compañías aéreas han cerrado, las condiciones de mercado son radicalmente diferentes y la nación está enferma. Pero los dirigentes del Sindicato poco han cambiado y un Justo Peral se presenta ahora como un pacificador de la misma guerra aberrante que emprendió, firmando unas condiciones que durante años rechazó. Sería incomprensible que sus afiliados, especialmente los más jóvenes, sigan bendiciendo su continuidad, aunque en este colectivo todo es de esperar.Leer completa
Guía de compañías aéreas regulares
·Publicamos la 23ª edición de nuestra GUÍA DE COMPAÑÍAS AÉREAS REGULARES que operan en España, como siempre con un acceso cómodo, inmediato y pormenorizado a los datos básicos de estas aerolíneas, que incluye sus elementos de localización, plana mayor directiva, entidad de sus flotas, red de vuelos con nuestro país, personas de contacto, etc.
Mi Página
Javier Taibo
He podido comprobar con frecuencia que las empresas de “catering” de Lima no llegan ni por asomo al mínimo de calidad de comidas que les exigen sus clientes europeos, hasta el punto que recomiendo a todo el mundo que llegue alimentado al avión y ni se le pase por la imaginación degustar lo que le ofrecen a bordo, ni por aburrimiento. Pero no tiene mucho que envidiar a lo que da Air France en un vuelo europeo en clase ejecutiva. Me desplacé entre la capital gala y Toulouse, con demora considerable en el embarque debido a que había una maleta no identificada a pie de avión; y hubo otro retraso para salir de la terminal del sureño aeropuerto por otra más, que obligó a las fuerzas de seguridad a bloquear la puerta a través de la cual se abandona la zona de recogida de equipajes. Algo trataba de impedir que acudiera a una reunión.
En el retorno, enlazaba en París/Orly Oeste con un vuelo de Air Europa, teniendo, sólo 45 minutos desde la toma de tierra hasta la hora teórica de quitar los calzos de las ruedas del 737-800 para ir a Madrid. En ese tiempo debía rodar hasta el estacionamiento, situar la pasarela telescópica, desembarcar y salir zumbando hacia la puerta de embarque. En estas situaciones la aeronave que hay que alcanzar está siempre en hora: Nos estacionaron en la otra punta de la terminal, hasta el punto que tuve que salir de la zona que está pasada el control de seguridad, para ir a la otra, materialmente en el otro extremo.Leer completa