Las Islas Baleares son el principal destino (42 por ciento) en España de alemanes, austríacos y suizos. Lutfhansa, Swiss y Austrian Airlines están integradas en el grupo alemán, que también quiere expandir sus rutas entre ambos lados del Atlántico. Pero no nos olvidemos que el 20 por ciento está en manos de IAG, el amo de Iberia, Iberia Express, Vueling, Level, British Airways y la irlandesa Aer Lingus, tras convertir un préstamo participativo de 100 millones de euros en acciones, porcentaje que mantiene tras acudir a la ampliación de capital, junto a Globalia, que evitó a finales del año pasado que Air Europa entrara en causa de disolución.
Lo ampliación se hizo a través de una aportación extraordinaria de capital valorada en 81 millones, donde Globalia puso 65 millones en forma de activos inmobiliarios y 16 millones en efectivo fueron de IAG, para evitar que su participación se diluyera a algo más de un 16 por ciento. Y, mientras, Iberia evalúa crear una nueva compañía aérea para sortear el conflicto laboral del personal de vuelo de Iberia Express, de tal forma que crecería a través de ese vector, si no llega finalmente a un acuerdo.
Los Hidalgo llevan meses sondeando el mercado en busca de un socio que aleje la sombra del cierre, que ya pululaba antes de la pandemia, pero sin perder el control de la aerolínea, lo cual es difícil que sea compatible. Previamente, Air France-KLM se perfilaba para adueñarse de otro 20 por ciento del accionariado, que necesariamente tiene que ser por aporte de fondos a la compañía a través de una ampliación de capital y no de compra de acciones. Al parecer, también se habló con la estadounidense Delta Airlines y con Etihad, de Emiratos Árabes, que las propias fuentes de Air Europa dan menos posibilidades, por no tener dueños de la Unión Europea, lo cual no deja de ser una mala explicación, que pone en dudas la realidad de ese interés.
El rescate de Air Europa ha sido el más cuantioso aprobado -y de una forma sospechosamente rápida que muchos vinculan al exministro Ábalos y la trama al que al parecer estaba vinculado- bajo el paraguas del Estado, con un total de 475 millones de euros, que, para esquivar el control de Bruselas, se dividió en un préstamo participativo de 240 millones de euros y otro ordinario de 235 millones. La ampliación de capital pretende devolver este último, que ha de retornar antes de finales de 2026 y está por ver cómo va a rembolsar los otros 240 millones, que podrían ser convertidos en capital por el Estado, perdiendo los Hidalgo el control de Air Europa.
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