El Ministerio de Fomento designó a finales de año las primeras trece instalaciones de la red de AENA (Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea) en las que se liberalizará el servicio de control de torre, dando un plazo de un mes para iniciar el concurso público, en lo que representa la reforma estructural de mayor calado de los últimos años en este ámbito. El gran beneficiado será el pasajero, ya que se fijarán una serie de parámetros de calidad, incluyendo algunos relacionados con la puntualidad. Además, la entrada en el mercado de proveedores diferentes de AENA permitirá reducir los costes de la navegación aérea en España, contribuyendo a aumentar la competitividad del transporte.
La seguridad estará plenamente garantizada, porque las nuevas empresas que presten el servicio se homologarán según los requisitos establecidos en los reglamentos europeos y que han sido recogidos en el Real Decreto por el que se regula el procedimiento de certificación de proveedores civiles de servicios de navegación aérea, aprobado el 23 de julio, estando supervisados por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA). Los servicios de control de torre están ya liberalizados totalmente en Reino Unido y Suecia y de forma parcial en Dinamarca y Alemania.
El Ministerio de Fomento ha elegido este primer grupo de aeropuertos a partir del análisis realizado por AENA, en el que se ha tenido en cuenta la complejidad de la dependencia; el tipo y volumen de tráfico; que no prestan servicios de control de aproximación; ni son bases aéreas abiertas al tráfico civil, en los que el proveedor de estos servicios es el Ministerio de Defensa; y no fueron designados para proporcionar el servicio de información de vuelo de aeródromo AFIS (Aerodrome Flight Information Service).
El proceso de licitación se realizará agrupándolos en tres lotes: el primero lo constituyen Alicante, Valencia, Ibiza y Sabadell; el segundo, Sevilla, Jerez, Vigo, La Coruña, Melilla y Cuatro Vientos; y el tercero, Lanzarote, Fuerteventura y La Palma. Se llevará a cabo en tres fases en un plazo de alrededor de siete meses: la primera consiste en la convocatoria pública de licitación, poniendo a disposición de los interesados toda la información. Sólo los que cumplan todos los requisitos de solvencia técnica y económica pasarán a la segunda, con un plazo de presentación de la documentación entorno a ocho semanas.
En la fase dos se invitará a los operadores publicando el pliego de condiciones, así como los criterios de adjudicación y ponderación y toda la información necesaria, fijando indicadores de calidad relacionados con la demanda, demoras, tiempos y adecuación del servicio, exigiendo un sistema de medición y evaluación, que será seguido por el gestor aeroportuario. El plazo para la presentación de ofertas será de unas diez semanas. La tercera fase consiste en la negociación y adjudicación entre los candidatos que hayan superado la anterior, eligiendo la oferta más ventajosa. Las rondas negociadoras durarán unas diez semanas.