Miguel Sanz, director general del Instituto de Turismo de España (Turespaña), ha puesto la mirada en la sostenibilidad medioambiental y social, asegurando que supone una palanca de transformación del sector. En 2022 en España se alcanzó el 95 por ciento del gasto turístico de 2019, que había sido un ejercicio record y ha llegado el momento de analizar cómo se puede seguir creciendo y transformándose, atendiendo a la necesidad de ser sostenible y responsable. Cada vez se generalizarán más las ecotasas para financiar la preservación del medio ambiente, pese a la oposición del sector.
Se expande, de manera más lenta de lo que debería, la doctrina que asegura que, si no se lucha contra el cambio climático, peligrará la principal fuente de riqueza de España. También hay muchas voces que defienden que la cultura sea un motor del turismo en este marco de transformación, mientras los ciudadanos cada vez exigen a sus administraciones que protejan y que conserven sus bienes culturales.
Y todo eso contabilizando la incertidumbre que representa la inflación, que se ha moderado considerablemente, pero que sigue preocupando que la subyacente se mantiene en índices inaceptablemente altos.
Lo previsible es que este año se batan todos los records en diversos parámetros importantes, principalmente en los de ingresos, gastos y número de visitantes, considerando que en sol y playa, aunque sea un modelo obsoleto, España es el primer destino del mundo.
El español, mientras, tras la pandemia, ha priorizado las distancias más cortas y los viajes más familiares y se vislumbra la conectividad entre el tren y el avión como clave para el futuro. Lo cierto es que se espera que el turismo aporte el 12,2 por ciento a la economía española en 2023, por debajo del 12,6 de 2019, el ejercicio anterior a la pandemia.
El sector español registró un PIB (Producto Interior Bruto) turístico de 159.490 millones de euros en 2022, pero considera que esos buenos datos no se trasladan a la rentabilidad empresarial, por la subida de costes. En concreto, el año pasado, el 60,8 por ciento del crecimiento de la economía española se debió al turismo, demostrando de nuevo que este sector es clave. Para 2023 el PIB turístico se prevé que sea de 168.453 millones. En este contexto, el sector ve con preocupación la poca asignación que se ha hecho al turismo en los Presupuestos Generales del Estado.