La IATA (International Air Transport Association) ha cifrado en más de 27.100 millones de euros el impacto del brote de coronavirus en las aerolíneas a nivel internacional. Las aerolíneas de la región de Asia y el Pacífico serán las más afectadas, con un impacto 25.700 millones en sus ingresos, la mayor parte de ellas en China, donde la cifra será de cerca de los 12.000 millones. En el resto del mundo la situación provocaría una merma de 1.400 millones. Estos datos se traducen en una bajada del 5 por ciento en los ingresos mundiales previstos para este año 2020.
La situación provocada por el coronavirus puede suponer la caída de la demanda mundial del tráfico aéreo del 0,6 por ciento con respecto a 2019, frente al crecimiento del 4,1 previsto, lo que sería la primera reducción desde la crisis de SRAS en 2003, cuyo impacto en el tráfico aéreo tuvo forma de uve, con seis meses de fuertes caídas seguidos de un periodo de recuperación rápida. Entonces, el tráfico bajó un 5,1 por ciento en las aerolíneas de Asia y el Pacífico. Solo en esa región, el descenso será del 8,2, frente a la estimación de un 4,8 por ciento de aumento. Y todo ello, claro, dependiendo de la extensión de la emergencia sanitaria fuera de China.
No obstante, la IATA considera prematuro estimar lo que supondrá para la rentabilidad global, considerando que los gobiernos utilizarán políticas fiscales y monetarias para tratar de compensar los efectos económicos adversos. Se trata de tiempos difíciles para la industria de transporte aéreo, aunque la principal prioridad es evitar la propagación del virus. Las aerolíneas siguen las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras autoridades para mantener a los pasajeros seguros, el mundo conectado y el virus contenido.
En China, el Gobierno tiene previsto hacerse cargo del grupo HNA, al que pertenece Hainan Airlines, ante los problemas de la compañía para cumplir sus obligaciones financieras y vender todos sus activos aéreos. La Comisión Europea coordinará con los estados miembros la evaluación del impacto económico que está teniendo en la industria europea, para decidir si son necesarias medidas de apoyo para los sectores más afectados, como el turismo y el transporte aéreo. Para la Comisión Europea y los países de la UE la prioridad son los ciudadanos y turistas que puedan verse afectados por la enfermedad.
En España, el principal impacto ha sido la cancelación del Mobile World Congress que tradicionalmente se celebra en Barcelona y la reducción de llegadas de visitantes chinos. Pese a esto, AENA sorprendentemente ignora el coronavirus y revisó al alza su previsión de tráfico aéreo para 2020 del 1,1 al 1,9, sin considerar tampoco la compra de Air Europa por Iberia. La presentación de resultados tuvo lugar después de dos días muy negativos en bolsa para el gestor aeroportuario, afectadas por la rápida propagación del coronavirus y por el impacto que puede tener en el tráfico aéreo.