El Corte Inglés y Bankia vendieron sus respectivas participaciones en International Consolidated Airlines Group (IAG). Ambas aprovecharon el fuerte interés que había por comprar acciones del dueño de Iberia y British por parte de fondos institucionales. Así, la colocación acelerada del paquete que estaba en manos de la entidad financiera pública recibió una demanda de dos veces la oferta, por lo que hubo inversores que se quedaron sin satisfacer su deseo de comprar más acciones del grupo con sede en Madrid. La participación dejó de ser estratégica para El Corte Inglés desde el momento de la fusión entre las dos aerolíneas. Poseía un 1,8 por ciento, embolsándose unos 100 millones de euros, con plusvalías próximas a 20 millones, que le vienen bien frente a la ralentización de la cifra de negocios por el descenso del consumo y el estrechamiento de los márgenes. Entró en la aerolínea en 1999, cuando el Gobierno del PP constituyó un núcleo duro para mantener la españolidad de Iberia, haciéndose con el 3 por ciento en una operación en la que también entraron Caja Madrid (la actual Bankia, con el 10), BBVA (7,3), Logista (6,7) y Ahorro Corporación (3).
El polémico banco español poseía un 12,09 por ciento y logró 167 millones de plusvalías frente a su inversión en 2000 y 2007, 20 menos que el precio de mercado, captando 675 millones de euros. Realizó una colocación acelerada de sus acciones entre inversores profesionales y cualificados, después que hiciera pública su puesta a la venta medio día antes. Se encuadra en su Plan Estratégico 2012-15, que pactó a cambio de las ayudas para su saneamiento, incluyendo la desinversión de activos no estratégicos.
Bankia y El Corte Inglés mantendrán el 87 y 13 por ciento, respectivamente, de la Sociedad de Nacionalidad Española (Garanair), que posee el 50,1 por ciento de los derechos políticos de Iberia Holding, que controla la totalidad de Iberia Opco (operadora). En las salvaguardas del documento de fusión entre British e Iberia consta que las estructuras de nacionalidad tendrán que mantenerse durante los cinco años posteriores y Garanair tiene la capacidad de oponerse a las decisiones estratégicas que sean contrarias a los intereses españoles.
De esta forma, la participación española (al margen de los inversores en bolsa) se ha reducido al 2,71 por ciento que mantiene SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales), que en su día fue dueña de la casi totalidad de Iberia, aunque se especula que también enajenará las acciones que le quedan. El fondo Templeton Global Advisors, con sede en Bahamas, ha quedado como el principal inversor, con el 5,011 por ciento; seguido del británico Majedie Asset Management (4,977) y el estadounidense Blackrock (4,934); Standard Life Investments (4,84); Schroders (3,2); Legal and General Investment Management (3,226), también británicos; y la entidad financiera suiza UBS (3,06).