El 59 por ciento de los que votaron una subida salarial del 38 por ciento en cuatro años lo aceptaron, además de otros beneficios, pero la reanudación de la producción de aviones tardará semanas, con una complicada situación de la cadena de suministro.
Había 33.000 trabajadores en huelga y 17.000 van a ser despedidos para reducir costes. Esto hacía que las graves turbulencias en las que está inmersa le pudieran llevar a entrar en picado. Boeing lleva cinco años sometida a una gran cantidad de terremotos, lo que le ha sumido en un auténtico caos: los accidentes de los 737 MAX provocaron que se quedaran en tierra durante un largo periodo de tiempo y una culpabilidad criminal; el parón de la aviación comercial que supuso la pandemia; aspectos inalienables de calidad, más dificultades técnicas con los 787 y muchas cosas más han llevado a una fragilidad en sus finanzas y que su reputación esté por los suelos.
Los planes pretendían pasar la cadencia de fabricación de los 737 MAX de 25 a 38 unidades -que es el límite marcado por la FAA (Federal Aviation Administration)- y en estas condiciones no se va a lograr. Las huelgas retrasarán cualquier aumento en la producción de nueve meses a un año y el reinicio de la cadena de suministro, con toda probabilidad, será accidentado. Mientras, ha establecido un plan de calidad con la FAA que debe cumplir y está pendiente el lanzamiento de un nuevo modelo de avión, que realmente necesita. Otra complicación grave son las cuantiosas pérdidas en la división de Defensa y Seguridad, que acumula desde 2019.
Por cada problema que brota y se extirpa surgen más. Uno de sus pocos consuelos es que su rival, Airbus, tiene poca capacidad de entregas disponibles hasta 2030. Pero su reto es resolver los problemas de calidad y de producción, con unos clientes frustrados y descontentos por los considerables retrasos en las entregas, que les obligan a reprogramar sus vuelos, e incluso recortarlos, y asumir unos elevados costes.
Orkeberg dirigió Rockwell Collins hasta 2018, cuando fue adquirida por United Technologies. Es ingeniero mecánico y eso está siendo valorado por muchos, que consideran que sus predecesores sólo pensaban en la rentabilidad y esa fue la causa de los problemas de ingeniería y de fabricación.
Los clientes creen que Okeberg está devolviendo la cultura de actuación a sus raíces y que, finalmente, sus trabajadores le apoyarán. Entre tanto, Boeing durante 2025 continuará consumiendo efectivo, tras haber gastado 10.000 millones de dólares desde enero a octubre, representando una decepción más para los inversores por el flujo de caja, mientras la deuda neta se acerca a los 50.000 millones de dólares y el precio de las acciones está en una línea dramáticamente descendente a lo largo de este año. Todas las esperanzas están puestas en Ortberg.
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