IAG (International Airlines Group) –propietario de Iberia, Vueling, Iberia Express, Level, British Airways, Aer Lingus, etc.– comunicó a la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores) española que pactó con Globalia rescindir el acuerdo firmado el 4 de noviembre de 2019 y modificado el 20 de enero de 2021, según el cual Iberia adquiría Air Europa, justificándolo porque fue imposible cerrar con éxito esa operación, definida como estratégica para el futuro de la conectividad aérea de España, el reforzamiento del centro de distribución de tráfico (hub) de Madrid, el desarrollo de nuestro turismo de calidad y la recuperación de la economía del país, según la propia IAG.
Se confirman así las muy serias dudas sobre ese mal negocio, que llevamos planteando desde el inicio de la pandemia (hasta entonces lo justificamos), mantenidas por la modificación de 2021, que rebajó el precio de 1.000 a 500 millones de euros. Pese a todo, al considerarla Iberia como clave para el país y muy importante para ambas, se comprometió a explorar alternativas de estructuras accionariales para tratar de articular un pacto de cara a Air Europa y, por todo ello, IAG pagará 35 millones de euros adicionales a Globalia a los 40 pactados inicialmente, como muestra de su intención para alcanzar un acuerdo en otra fase de negociación y para eliminar cualquier reclamación relacionada a la situación anterior.
Esto produce perplejidad, porque parece que IAG reconoce ha procedido mal, pues el contrato contemplaba ya el pago de los 40 millones de los dueños de Iberia a los de Air Europa si el dictamen de las autoridades de la competencia ponía serias trabas, como ocurrió, aunque aclarando que esas cuantías se deducirán del precio de compra futuro, si se llega a un nuevo compromiso.
Iberia dice que para poner el foco en la recuperación del sector, contribuir al mantenimiento de miles de puestos de trabajo, y garantizar el desarrollo de una industria clave para el turismo en España firmó ese nuevo documento de intenciones, para evaluar antes de finales de este mes de enero alternativas y estructuras interesantes para ambas, ofreciendo beneficios similares para sus accionistas, clientes y empleados, volcando más dudas al respecto.
No consta que el Gobierno español haya tomado salvaguardas para que esos extraños 75 millones de euros queden a buen recaudo de cara a amortizar la abultadísima deuda de Air Europa tiene con el Estado y que por sí sola es materialmente imposible que pueda devolver.
Luis Gallego, presidente de IAG, afirmó: «Es muy decepcionante que hayamos tenido que rescindir el acuerdo actual para adquirir Air Europa, pero la decisión tiene sentido debido a las condiciones de mercado, la profunda crisis derivada del COVID-19 y teniendo en cuenta nuestro deseo de mantener un enfoque disciplinado en cuanto a la asignación de capital.
No obstante, nos hemos comprometido a analizar nuevas alternativas con Globalia que podrían generar importantes beneficios. De igual manera, continuaremos trabajando con el Gobierno español para garantizar la conectividad de España y el desarrollo del “hub” de Madrid. Tal y como lo ha hecho durante los últimos 94 años, Iberia seguirá cumpliendo su misión de conectar España con el mundo».