Desde el 30 de noviembre, el aeropuerto cuenta con autorización de la Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC) para gestionar vuelos internacionales en todas las modalidades, incluyendo servicios regulares y no regulares de pasajeros, carga y correo, así como aviación general y privada.
La internacionalización del aeropuerto fue posible tras cumplir con los estándares de organismos como la Policía Federal, el Ministerio de Agricultura y Ganadería, la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) y la Hacienda Federal. Esto implicó modernizar las instalaciones, construir nuevas áreas para inspecciones y renovar el equipamiento, con una inversión total de 48 millones de dólares en los últimos años.
Con una pista de 2.300 x 45 metros y una capacidad para atender hasta seis millones de pasajeros al año, actualmente el aeropuerto opera a la mitad de su capacidad. Ahora, Mato Grosso busca conectarse con el mundo, facilitando vuelos directos o con escalas desde Cuiabá.
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