En la aeronave, que debió aterrizar de emergencia en el aeropuerto de Natal, hubo más de 30 heridos y seis personas aún siguen internadas en hospitales privados y públicos de Río Grande do Norte, algunos de gravedad. Entre ellos, se encuentra una mujer, con triple fractura de vértebras cervicales, se encuentra en la Unidade de Terapia Intensiva (UTI), y algunos otros afectados debieron pasar igualmente por UTI.
Boeing 787-900 de la aerolínea Air Europa, EC- MTI, en pista tras aterrizar de emergencia por las fuertes turbulencias sufridas.
Ante los daños múltiples en el área de pasajeros, la probabilidad de escasez de oxigeno y previniendo problemas estructurales, el Boeing 787-9, con 325 pasajeros, aterrizó a las 02.32 en el Aeropuerto de Natal.
La administración de Natal implementó todas las normas de praxis, alertando a las autoridades sanitarias y de bomberos, con las que se dispusieron de 15 a 17 ambulancias, para el traslado de los heridos. Los servicios sanitarios se encontraron con dificultades para la extracción de contusionados desde el interior del avión, dada la falta de espacio para circular con sillas de ruedas en su interior. El resto de viajeros y personal de cabina desalojó la aeronave con extrema lentitud, hacia las 7 de la mañana.
Estos pasajeros ilesos fueron trasladados en bus a Recife, desde donde otro aparato de la aerolínea los transportó a Montevideo, en la madrugada del martes.
La demanda no versará sobre aspectos técnicos del incidente, sino sobre el mal manejo de la crisis posterior al hecho, al arribar a Natal, donde ni la empresa ni los consulados españoles o uruguayos tienen representación local. Los demandantes destacan la falta de información a los pasajeros, incluso horas después, lo que, además, habría sido precedido por comentarios iniciales desde la tripulación, al aterrizar, sugiriendo la misma, en principio, a los viajeros, un cuadro de incertidumbre acerca de su asistencia clínica y de su fecha de retorno a Uruguay.