La aeronave, que contaba con 15 años de servicio, procedía de Bangkok, Tailandia. Unos minutos antes del aterrizaje, la torre de control emitió una alerta por riesgo aviario al detectar actividad de aves en la trayectoria del avión. Dos minutos después, el capitán declaró una emergencia debido a fallos en el tren de aterrizaje y sistemas de frenado.
En un vídeo del canal de televisión surcoreano MBC TV se aprecian llamas en el motor derecho, lo que sugiere un posible impacto con un ave. El avión aterrizó sin desplegar el tren de aterrizaje, se salió de la pista y colisionó con un muro perimetral, provocando un incendio que destruyó gran parte de la aeronave. Algunos expertos en aviación han expresado su preocupación por la proximidad y la solidez del muro con el que colisionó la aeronave.
Video footage from MBC TV shows Jeju Air #7C2216 experienced a no.2 compressor stall during final approach:pic.twitter.com/8528AgtCxW
— Aviation Safety Network (ASN) (@AviationSafety) December 29, 2024
Los dos supervivientes, ambos auxiliares de vuelo, fueron rescatados de la sección de cola y hospitalizados en Seúl, donde se encuentran en estado crítico.
Jeju Air ha expresado sus condolencias y ha prometido colaborar plenamente con las autoridades en la investigación. Boeing, el fabricante del avión, también ha ofrecido su apoyo en las pesquisas.
Este accidente se convierte en el más mortífero en la historia de la aviación surcoreana, superando al ocurrido en 1997 en Guam. El presidente interino, Choi Sang-mok, ha declarado una semana de luto nacional y ha designado Muan como zona especial de desastre, movilizando recursos para las operaciones de rescate y apoyo a las familias afectadas.
Las autoridades han recuperado las cajas negras del avión, aunque una de ellas presenta daños que podrían complicar la investigación, la cual se estima que durará al menos seis meses.
La comunidad internacional ha expresado su solidaridad con Corea del Sur en este momento de tragedia, mientras se esperan los resultados de la investigación para esclarecer las causas exactas del accidente y prevenir futuros incidentes similares.
Las autoridades surcoreanas tendrán que investigar si el muro contra el que chocó el avión, fue construido conforme a las regulaciones vigentes y si su presencia pudo haber agravado las consecuencias del accidente. Además, se está evaluando si las instalaciones del aeropuerto, incluyendo las estructuras perimetrales, cumplen con los estándares internacionales de seguridad aeronáutica.
A pesar los primeros indicios sobre los impactos de aves, las autoridades de Corea del Sur obligarán a revisar los trenes de aterrizaje de los Boeing 737-800, como el modelo siniestrado. Al motivo del accidente se suma que hoy 30 de diciembre, el vuelo 7C101, de la misma aerolínea Jeju Air, haya tenido que regresar, sin mayores incidentes, a Gimpo tras detectar un fallo en los sensores del tren de aterrizaje.
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