Regresa a México el polémico avión presidencial que no pudo ser vendido en EEUU ni rifado en México
Airline92, 23 de julio de 2020
El Boeing 787-800 Dreamliner “Presidente José María Morelos y Pavón”, regresó al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) tras permanecer más de un año en los Estados Unidos en un complicado proceso de enajenación en el que se ha intentado venderlo y subastarlo sin éxito alguno. El Transporte Presidencial-01 o TP-01, como se le conoce, es un jet Dreamliner que fue comprado en la etapa final del gobierno del presidente Felipe Calderón con un costo inicial de 218 millones de dólares (unos 2.900 millones de pesos de 2012). El precio sería modificado ya que se trataba de un modelo considerado como experimental, siendo el precio final de unos 114 millones de dólares. El Dreamliner lo heredó la siguiente administración, la del presidente Enrique Peña Nieto, quien ordenó modificaciones para utilizarlo en sus giras internacionales. Peña redujo la capacidad de la aeronave de 170 a 80 asientos, sacrificando el espacio para crear un interior y servicios ejecutivos de lujo. Con esas adecuaciones y cambios, el TP-01 alcanzó un precio de USD $ 218.7 millones. El avión llegó a México en febrero de 2016 y fue utilizado en 214 ocasiones por Peña Nieto. A la larga, esto afectó de manera definitiva su venta, ya que las modificaciones hechas impidieron ofrecerlo a líneas aéreas comerciales, a fuerzas aéreas y a particulares que deseaban se le hicieran nuevas adecuaciones, pero con cargo al gobierno mexicano. En su campaña presidencial, Andrés Manuel López Obrador adelantó que una de sus primeras acciones ya en el poder sería la de deshacerse del TP-01, al que calificó como un exceso, un gasto innecesario que ofendía al pueblo. Anunció su venta y aseguró que los recursos a obtenerse serían empleados en la agenda de salud pública del país. El Boeing 787-800 Dreamliner fue enviado a Victorville, California, en los primeros días del gobierno de López Obrador para ser vendido en los Estados Unidos, pero no encontró compradores. Para darle mayor solidez a la venta del aparato, se solicitó a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) una valuación que estimó en USD $ 130 millones su precio en el mercado, es decir, casi cien millones de dólares menos que su costo definitivo al momento de ser entregado al gobierno mexicano. En enero de 2020, López Obrador dio a conocer otro mecanismo para deshacerse del avión y de paso aprovechar los recursos que se obtendrían para comprar insumos médicos. El Dreamliner se rifaría entre millones de mexicanos, el dinero iría a la compra de material médico mientras la aeronave era ofrecida nuevamente en venta. ¿Por qué? Porque las leyes de juegos y sorteos de la Lotería Nacional mexicana impiden que los premios sean en especie, por lo tanto, el avión no podía ser rifado como tal, sino ofrecido como gancho para que la gente comprara millones de billetes como un acto de apoyo o colaboración para una causa noble. Se necesitaba que 6 millones de mexicanos compraran billetes a 500 pesos cada uno, para cubrir el costo del avión y de paso dejar una ganancia que también iría íntegra a programas a ayuda médica. Pero esto tampoco ocurrió. No se vendieron los billetes de lotería y Obrador tuvo que convocar a decenas de empresarios para invitarlos gentilmente, en una cena privada, a comprar bloques de billetes de lotería por 20, 50, 100 150 y 200 millones de pesos que además no serían deducibles de impuestos. La meta era recaudar cerca de 3 mil millones de pesos (unos 160 millones de dólares). Esto tampoco funcionó. Muchos empresarios se llevaron los sobres en los que se debía indicar la suma con la que apoyarían al gobierno federal y terminaron por no comprar los billetes de la rifa del TP-01. El Dreamliner permaneció en Victorville hasta el jueves 22 de julio, cuando regresó a México pilotado por un Teniente Coronel, un Mayor y un Capitán, todos de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM), en lo que será un nuevo intento para venderlo tal como lo prometió el presidente López Obrador. Los planes del gobierno mexicano son los de subastarlo el próximo 15 de septiembre, fecha en la que se celebra el aniversario 210 del inicio de la guerra de Independencia de México, se venda o no el avión. El dinero recabado irá a los centros de salud, clínicas y hospitales con los que operará el Instituto Nacional de Salud para el Bienestar (INSABI). (Jorge Alejandro Medellín, corresponsal de Grupo Edefa en México)
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