El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, mostró nuevamente ante los medios de comunicación el Boeing 787-8 Dreamliner comprado en 2012 y que fue modificado para ser el Transporte Presidencial-01 durante el gobierno del anterior mandatario Enrique Peña Nieto. El aparato, que tuvo un costo de 218 millones de dólares, fue presentado a la prensa nacional e internacional para promover su venta luego de permanecer 19 meses en los hangares de Boeing en Victorville, California, en donde recibió mantenimiento mientras surgían posibles compradores.
De hecho, López Obrador reveló durante la presentación -hecha a un costado del avión al que se negó a subir- que hay dos ofertas importantes por la aeronave, tasada por expertos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 130 millones de dólares: en la primera, los compradores ofrecen pagar la mitad en efectivo y la otra parte con insumos médicos cuya calidad sería revisada también por la ONU. La segunda es de un comprador que pagaría todo en efectivo. El presidente agregó que uno de los interesados ya incluso dio un adelanto para asegurar la venta, pero aclaró que hay una cláusula en el contrato en la que se señala que, si durante el proceso surge una mejor oferta, la operación se cancelaría y se vendería el avión al mejor postor.
La presentación del Transporte Presidencial 01, “José María Morelos y Pavón”, se dio en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), en el hangar de lo que fue la flota de transportes aéreos presidenciales y que desde hace unos meses es la Base Aérea Militar Número 19 (BAM-19) de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM), cuyo comandante, el general Manuel de Jesús Hernández, encabezó la visita de los reporteros nacionales y extranjeros al interior del aparato, en el que se mostraron los lujos y excesos con los que viajaban el presidente Enrique Peña Nieto, sus secretarios de Estado, sus amigos, sus invitados y los reporteros que cubrieron sus actividades.
Acabados en maderas finas, mobiliario costoso, un dormitorio con cama king size, una caminadora electrónica, pantallas conectadas a internet, servicios de comida y bebida y todas las comodidades y lujos posibles, forman parte de los servicios con los que fue dotado el Dreamliner. En esta aeronave, Peña Nieto hizo 158 viajes (122 giras nacionales y 36 internacionales), con un gasto de 408 millones 489 mil 560 pesos (15 millones 843 mil 247 euros), de acuerdo con cifras proporcionadas por el secretario de la Defensa Nacional (SEDENA), el general Luis Cresencio Sandoval, quien también asistió a la conferencia de prensa mañanera en la que el único tema fue el avión presidencial. El general Sandoval explicó los costos de adquisición y mantenimiento del avión Boeing 787-8, con número de matrícula 352, el cual fue adquirido a finales del gobierno del presidente Felipe Calderón por el Banco Nacional de Obras y Crédito (BANOBRAS) bajo el esquema de Arrendamiento Financiero a pagar en un lapso de 15 años.
Sandoval explicó que el Dreamliner tuvo un costo total de 6 mil 094 millones, 689. 887 pesos (236,4 millones de euros). De esta suma se han pagado a la fecha 2, 255,8 millones de pesos en ocho anualidades, “quedando pendiente por pagar a capital, del año 2021 al 2027, un monto de $3,838’846,926.34” (148,8 millones de euros). El secretario detalló que en noviembre de 2012, la Secretaría de la Defensa Nacional y BANOBRAS suscribieron un contrato por arrendamiento financiero, por un término de 15 años.
Quedaron por pagarse a capital, del año 2021 al 2027, un monto de $3,838’846,926.34; sin embargo, en caso de pagar el capital que se adeuda durante el mes de julio de 2020, se tendría un ahorro de $1,938’847,550.27 por concepto de intereses, ya que se pagaría únicamente un total de unos 161 millones de euros Recordó que el 8 de octubre de 2014, la compañía Boeing entregó la aeronave en Charleston Carolina del Sur, Estados Unidos de América (E.U.A.), arribando a la Base Aérea Militar No. 1, de Santa Lucía, el 9 de octubre de 2014, para regularizar su estancia legal, trasladándose ese día a la ciudad de Dallas Texas, para ser reconfigurada en los talleres de la empresa “Associated Air Center, L.P.”.
El secretario de la Defensa señaló que TP-01 regresó a México el 3 de febrero de 2016 y los gastos generados hasta el 2018 comprendieron la compra y el uso de combustibles, lubricantes, aceites, grasas, sellantes, mantenimiento, conservación, refacciones menores, inspección programada tipo “1C”, almacenamiento, subcontratación de servicios con terceros, almacenamiento, administración y distribución de software, servicio administrado para la operación de tecnologías de la información y comunicaciones, capacitación de la tripulación, sueldos de la tripulación (ocho integrantes) y póliza de seguro. En total, dijo el general Sandoval, hablamos de 408,5 millones de pesos gastados en operación (15,8 millones de euros).
El presidente López Obrador aclaró que quien cuidará ahora del TP-01 será la SEDENA, ya que es la encargada de administrar estos bienes, mientras que la Fuerza Aérea Mexicana se encargará de darle mantenimiento al jet en tanto se logra su venta y la de otras aeronaves que formaban parte de la flota aérea presidencial de Enrique Peña Nieto. Obrador aseguró que varios de los helicópteros de esa flota “se usaban para el traslado de altos funcionarios; había helicópteros que se utilizaban para llevar a los funcionarios a jugar golf. No estoy diciendo una mentira, eran muy excesivos, comportamientos, prácticas faraónicas, ofensivas”, agregó el mandatario. (Jorge Medellín)