Las piezas de armas se distribuyeron en 14 cargamentos diferentes, procedentes de Estados Unidos, con destino a los estados de São Paulo, Río de Janeiro, Santa Catarina y Río Grande do Sul. Algunas de las piezas estaban ocultas en prensas hidráulicas y otros productos, con declaraciones falsas sobre su contenido.
En las imágenes difundidas, se pueden apreciar varias piezas metálicas estampadas, que se utilizan para componer el rifle G3, de la marca alemana Heckler & Koch (HK). Esta arma, en calibre 7,62x51 mm, aún se utiliza en varios países y también se vende en el mercado civil en varias naciones bajo la designación HK41.
Todavía no está claro si los componentes incautados son en realidad componentes originales de Heckler & Koch, si fueron fabricados bajo licencia en algún país (como Portugal, que los produjo décadas atrás) o si se trata de copias no autorizadas, algo bastante habitual en el mercado civil y paralelo, ya que el fabricante alemán no suele centrarse en el sector no gubernamental o similar. Ante la situación imperante en Brasil, prefiere no vender en ese mercado.
Además de las piezas de los fusiles alemanes, también se incautaron de receptores inferiores y superiores, cañones, guardamanos y tubos de culata de fusiles AR-15, de diseño original estadounidense.
La familia de fusiles AR-15, así como el G3 y sus variantes, son fusiles comúnmente utilizados en Brasil por ladrones de bancos que utilizan la práctica conocida como control de ciudades y, más frecuentemente, narcotraficantes, especialmente en el estado de Río de Janeiro.
En Brasil está prohibida la importación de armas, partes y piezas cuando se realice por medio del servicio postal o empresas de mensajería privadas. En el caso de estas armas incautadas por el Servicio de Ingresos Federales, el intento de importación se produjo mediante envío exprés.
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