El reciente tiroteo contra aviones comerciales en Haití ha generado una crisis en la aviación y ha puesto de manifiesto la grave situación de seguridad que atraviesa el país caribeño. Los incidentes ocurrieron el lunes 11 de noviembre de 2024, cuando tres aviones de diferentes aerolíneas estadounidenses fueron alcanzados por disparos mientras operaban vuelos hacia o desde Haití.
Un vuelo de Spirit Airlines que se dirigía de Fort Lauderdale a Puerto Príncipe fue atacado mientras se aproximaba a la capital haitiana, viéndose obligado a abortar el aterrizaje y siendo desviado a República Dominicana. Asimismo, un avión de JetBlue que había partido de Puerto Príncipe hacia Nueva York también recibió impactos de bala, descubiertos tras aterrizar en el aeropuerto JFK. Por su parte, American Airlines reportó que su vuelo 819 fue alcanzado por disparos en Haití, con daños detectados al llegar a Miami.
Como consecuencia inmediata de estos ataques, Spirit Airlines suspendió sus servicios a Puerto Príncipe y Cabo Haitiano, mientras que American Airlines y JetBlue anunciaron la suspensión de vuelos a Haití hasta el jueves. Además, la Administración Federal de Aviación (FAA) de EE.UU. prohibió todos los vuelos de aerolíneas estadounidenses a Haití por al menos 30 días.
Estos incidentes ocurren en medio de una ola de violencia protagonizada por bandas armadas en Haití. El país caribeño enfrenta una grave crisis de seguridad, con más de 3.600 muertes reportadas desde enero de 2024 según la ONU. La principal coalición de pandillas, Vivre Ensemble, había anunciado nuevas jornadas de terror a partir del día de los ataques. Esta escalada de violencia coincidió con la toma de posesión de un nuevo primer ministro, Alix Didier Fils-Aimé, tras la destitución de su predecesor.
El cierre del aeropuerto internacional Toussaint Louverture de Puerto Príncipe ha dejado a Haití prácticamente aislado. Es la segunda vez en el año que se cierra el principal aeropuerto del país por violencia de pandillas. La frontera con República Dominicana permanece cerrada y los vuelos entre ambos países están suspendidos. La situación es tan crítica que incluso los helicópteros de la ONU enfrentan restricciones para aterrizar en la capital.
Estos eventos subrayan la crítica situación de seguridad en Haití y plantean serios desafíos para la conectividad internacional del país, así como para los esfuerzos humanitarios y de estabilización en curso. La comunidad internacional observa con preocupación el deterioro de la situación, mientras se buscan soluciones para restablecer la seguridad y la estabilidad en el país caribeño.
Peter Cerdá, Vicepresidente Regional de IATA para las Américas, subrayó la importancia de contar con operaciones aéreas seguras en un país como Haití, que depende especialmente de la aviación para el suministro de recursos esenciales debido a su ubicación insular. Cerdá instó al Gobierno haitiano a implementar acciones inmediatas para proteger las rutas aéreas y restaurar la confianza en el sector aeronáutico.
IATA ha ofrecido su colaboración al Gobierno de Haití para apoyar la reanudación segura de las operaciones. Según la asociación, garantizar la seguridad de la aviación civil no solo es crucial para mantener la conexión de Haití con el resto del mundo, sino que también juega un papel fundamental en la estabilidad económica y en el acceso a recursos básicos, aspectos especialmente relevantes para países que atraviesan crisis humanitarias.
Deje un comentario