La centenaria Mirta Vanni, que voló profesionalmente desde 1943, inicialmente aeronaves Stinson 10, inauguró la aviación de fumigación en Uruguay poco después de la mitad de la década de los 40, cuando una plaga de langosta asoló el territorio uruguayo y el sur de Brasil y no existía experiencia alguna al respecto en Sudamérica. El éxito en la misión llevó al gobierno de Uruguay a estructurar un servicio aeroagrícola, que junto a Mirta Vanni pronto llegaron a integrar otras tres mujeres piloto.
En 1959, las inesperadas y repentinas inundaciones (con represas a punto de colapsar) requerían sus servicios, durante largas jornadas, para tareas de rescate, evacuaciones, traslado de medicamentos, etc., requisitos cumplidos a plena perfección por la centenaria piloto, quien, además, solía realizar los vuelos de traslado a Uruguay de las más diversas aeronaves desde Estados Unidos, con frecuencia atravesando la Cordillera de los Andes, casi en plena actividad. También protagonizó los primeros vuelos experimentales de fertilización y siembra en 1952.
Mirta Vanni, la primera piloto agrícola del mundo.
En 1975, representando al Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, adquiría 10 fumigadores, convirtiéndose en la primera cliente extranjera del Embraer Ipanema, en cuya aceptación y traslado participó conformando el Servicio Aéreo de la cartera.
El Ipanema, a su vez, se convirtió, hasta la actualidad, en el avión más vendido del fabricante brasileño, con casi 1.600 ejemplares vendidos y aún en producción. "Evaluamos al Ipanema, en esa época en sus primeras unidades, todavía con algunos pequeños problemas, todos solucionables en Uruguay, el avión nos sirvió mucho", nos declaraba Mirta Vanni el pasado 18 de diciembre tras ser distinguida por la Dirección Nacional de Aviación Civil e Infraestructura Aeronáutica (DINACIA). Los Ipanema volaron para el gobierno uruguayo hasta 1989.
Su carrera continuó hasta 1985, integrando también diversos organismos aeronáuticos asesores, habiendo sido luego la primera piloto civil invitada por la Fuerza Aérea a volar aviones de combate, tiempo después.