Este avance se atribuye a una serie de fortalezas que incluyen un talento humano altamente cualificado, el auge de startups y centros de innovación, y una diversificación significativa en la cadena de valor. Sin embargo, el sector enfrenta retos importantes que podrían comprometer su sostenibilidad a largo plazo.
Uno de los principales desafíos es la dependencia tecnológica de otros países, lo que subraya la necesidad de desarrollar capacidades propias que permitan competir en un escenario internacional cada vez más exigente. Además, la fragmentación del mercado, caracterizada por la alta presencia de pequeñas empresas, limita el acceso a grandes contratos y reduce la capacidad financiera del sector.
La burocracia y los trámites administrativos complejos también constituyen un obstáculo, ralentizando el acceso a la financiación y dificultando la competitividad de las empresas. Aunque la inversión en investigación y desarrollo ha aumentado, sigue siendo insuficiente en comparación con la de otros países europeos. Otro desafío crucial es la escasez de mano de obra cualificada, agravada por la disminución del número de graduados en disciplinas STEM, lo que podría poner en peligro la evolución futura del sector.
Pese a estas dificultades, las perspectivas para el sector son prometedoras. Megatendencias globales como la digitalización, la sostenibilidad y la exploración espacial están impulsando la demanda de productos y servicios espaciales. La creación de la Agencia Espacial Española, junto con los grandes programas europeos, ofrece un marco favorable para el desarrollo y la consolidación de esta industria en España.
En este contexto, Isabel Vera, presidenta del Comité Espacio del IIE, subraya que España se encuentra en un punto de inflexión. Por un lado, ha logrado consolidarse como un actor relevante gracias a su talento, innovación y capacidad de adaptación. Por otro, enfrenta retos que exigen una respuesta coordinada entre los sectores público y privado.
Para asegurar un crecimiento sostenible, el IIE insiste en la necesidad de aumentar la inversión en investigación y desarrollo, simplificar los trámites administrativos, fomentar la colaboración entre empresas y universidades, reforzar la formación en disciplinas STEM y definir una estrategia espacial nacional a largo plazo.
El sector espacial español, aunque lleno de posibilidades, se encuentra en un momento crítico. Su futuro dependerá de la capacidad de los actores públicos y privados para adaptarse a un entorno cada vez más competitivo y complejo, enfrentando los desafíos y aprovechando las oportunidades que se presentan. Según Isabel Vera, este esfuerzo conjunto permitirá a España consolidarse como un líder global en la nueva era espacial.