La subasta se realizará el próximo 1 de noviembre. El juzgado informó que se encuentran en “estado de canibalización”.
Dieciséis años después de que la empresa aérea Southern Winds pidiera el concurso preventivo, un quinteto de sus aeronaves serán rematados para desguace como chatarra, según lo dispuso el Juzgado Nacional de 1ª Instancia en lo Comercial Nº 15, a cargo de Máximo Astorga.
Hablamos de cinco Boeing 737, cuyas matriculas son LV-ZZA, LV-ZZC, ZYX, YGB y YBS, que permanecen abandonados desde hace varias décadas y hoy se encuentran en “estado de virtual abandono, según detalló el tribunal al informar sobre la subasta, que ocurrirá durante el próximo mes.
La base impuesta por el juzgado es de $150 mil pesos -menos de mil dólares-, por cada una de las aeronaves. Dos de ellas serán exhibidas en el aeropuerto de Ezeiza el próximo 28 de octubre, en tanto que las otras tres podrán verse al día siguiente, en el Aeropuerto Ambrosio Taravella, de Córdoba.
El monto que se podría recuperar con la subasta lejos estará de cubrir los números rojos que dejó la aerolínea. Cabe recordar que, en 2005, cuando la jueza comercial Beatriz Di Noto aceptó el pedido de concurso preventivo presentado Southern Winds, surgió que ésta tenía en aquel momento un rojo de alrededor de 75 millones de pesos, teniendo en cuenta que declaró un activo de cerca de 109 millones y un pasivo de 185 millones.
Fueron los empresarios cordobeses Juan y Cristian Maggio quienes en la década de los noventa crearon Southern Winds, una compañía que alcanzó gran éxito rápidamente. Inicialmente con un hub en el aeropuerto de Córdoba, en 1996 comenzó a volar a los principales destinos del interior, como Rosario, Bariloche, Mendoza, Salta y Tucumán. Fue el primer proyecto de conectar importantes ciudades del interior del país sin pasar por el Aeroparque Jorge Newbery de Buenos Aires, al comienzo con aviones jet con capacidad de entre 37 y 50 pasajeros, como los birreactores canadienses CRJ.
Prontamente, la aerolínea se expandió con un nuevo hub, ahora en el Aeroparque Jorge Newbery, en la ciudad capital ya con aviones Boeing 737; y más tarde, con Boeing 747 y 767, comenzó a volar a Florianópolis, Miami y Madrid?. A tres años de su inicio tenía una plantilla que alcanzaba los mil quinientos empleados y llego a obtener casi un veinte por ciento del mercado interno de cabotaje.
Con la crisis de 2001 y 2002 comenzó la época negra para Southern Winds, que pasó a operar y depender de los subsidios del Estado mediante Lafsa -Líneas Aéreas Federales SA-, una empresa estatal que había sido creada en 2003 para absorber a empleados que habían quedado cesantes de las fenecidas compañías aéreas privadas LAPA y DINAR y que nunca tuvo maquinas ni voló jamás.
A cambio de subsidios en el combustible, y de acuerdo con el gobierno nacional que no quería más problemas con líneas aéreas, Southern Winds absorbió a ex empleados de las otras dos compañías, y desde entonces se llamó Southern Winds-Federales. El Estado llegó a pagarle un monto mensual que cubría alrededor del 40% de los costos operativos.
Pero a fines de 2004, en el vuelo internacional 6420 de la compañía y llegado a la capital española, fueron encontradas cuatro valijas sin dueño ni identificación que contenían unos 60 kilos de cocaína, equivalentes a más de un 1,5 millón de euros de ese tiempo. Por el escándalo suscitado, el Estado canceló el acuerdo y dejó de subsidiar la empresa, con lo que inició el camino del final.
En España se iniciaron investigaciones de inmediato y en Argentina, un mes después, Cristian Maggio denunció -con identidad reservada- el hecho ante la Fiscalía Federal de Guillermo Marijuán. Declaró que despacharon el equipaje como una «atención a los pasajeros» españoles frecuentes Toimil Batán y González Villar.
Ya en 2009, la Cámara de Casación Penal confirmó las condenas por contrabando agravado para un empleado de Southern Winds, Walter Beltrame (encargado de los controles en Ezeiza) y de los pasajeros Toimil Batán y González Villar. Los hermanos Maggio fueron desprocesados, pero desaparecieron de los negocios aerocomerciales aunque han manifestado su intención de volver a la actividad. (Luis Piñeiro)
Fotografía comercioyjusticia.info
