Faury ha explicado que la entrada en servicio de un avión propulsado por hidrógeno se retrasa debido a la falta de madurez del ecosistema del hidrógeno. El ejecutivo destacó que la falta de disponibilidad de hidrógeno verde a un precio competitivo y la incertidumbre sobre el marco regulatorio para esta tecnología son los principales obstáculos para su adopción.
Sin embargo, Faury insistió en que Airbus sigue invirtiendo en el desarrollo de aviones de hidrógeno, según sus palabras: “Creemos absolutamente que los aviones propulsados por hidrógeno tienen un papel que desempeñar en la descarbonización a largo plazo de la industria, ya que la naturaleza del hidrógeno como combustible es altamente intensiva en energía por kilogramo y conduce a cero emisiones de carbono cuando se emite y a cero emisiones no carbonadas cuando hablamos de la pila de combustible”.
Faury añadió que Airbus está trabajando con aeropuertos para introducir el hidrógeno en sus operaciones, comenzando por los equipos estacionarios, los coches y los equipos sobre ruedas utilizados en los aeropuertos, como autobuses. Faury explicó que: “es el crecimiento del ecosistema que necesitamos ver para tener la seguridad de que, en el lanzamiento del programa de aviones de hidrógeno, contaremos con pruebas de que la entrada en servicio sería un éxito, desde la perspectiva del suministro de hidrógeno”.
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