A finales de los años setenta, ante el éxito de ventas del turbohélice no presurizado C212, diseñado y construido por Construcciones Aeronáuticas, S.A. (CASA), la empresa española decidió asumir un proyecto de mayor capacidad.
Para compartir los importantes costes de I+D llegó a un acuerdo con Industry Pesawat Terbang Nurtanio, actualmente Indonesian Aerospace, para lo cual se constituyó en 1979 el consorcio Airtech. El resultado fue una aeronave con mayor capacidad y rendimiento que el C212, designada como CN235 (C por CASA y la N Nurtanio) y diseñada para ser fácil de fabricar y mantener, presurizada y capaz de operar desde pistas cortas y no preparadas.
Uno de los 20 CN235 que adquirió el Ejército del Aire entre 1989 y 1993. Foto: Julio Maíz
Se mostró con los años como un avión muy versátil, tanto para roles militares como civiles. El primer vuelo, portando la matrícula ECT-100 y bautizado con el nombre de Infanta Elena, tuvo lugar en Getafe (Madrid) el 11 de noviembre de 1983, tripulado por José Murga y Guillermo Delgado Brackenbury. Estaba el costado izquierdo pintado con los colores de la desaparecida aerolínea española AVIACO (absorbida por Iberia) y en el derecho los de la portorriqueña Prinair, pues ambas habían firmado opciones de compras, aunque ninguna de ellas lo adquirió finalmente.
Muy poco después, el 30 de diciembre de ese mismo año, realizaba su primer vuelo el prototipo indonesio en Bandung (Java). De hecho, el cliente lanzador de los construidos en España fue la Real Fuerza Aérea Saudí, que encargó 2 de la versión de transporte general y 2 configurados como VIP, que le fueron entregados a principios de 1987.
Los únicos operadores comerciales en el mundo fueron Binter Canarias (fue el primer avión de su flota, más adelante sustituidos por ATR 72) y Binter Meiiterráneo (cuyos vuelos los asumió Air Nostrum) y la argentina Austral, dependiente de Aerolíneas Argentinas, cuando todas estaban controladas por Iberia. El Ejército del Aire español adquirió 20 unidades, que se incorporaron entre 1989 y 1993, a los que se sumaron en España 3 de Salvamento Marítimo y 2 del Servicio Aéreo de la Guardia Civil.
Una de las claves del CN235 fue su gran capacidad de carga para la época, fácilmente accesible por una puerta y rampa trasera, lo que le permite transportar cerca de 6 ton., incluidos motores de aviación, vehículos terrestres ligeros o pallets estándares de 88x108 pulgadas. Con 286 aviones entregados, fue un éxito de ventas gracias a su versatilidad. Su sucesor, el C295, ensamblado en la planta de Airbus de San Pablo Sur (Sevilla), es el líder de su segmento, con 283 pedidos de 41 operadores diferentes.