LA ESPAÑOLA INDRA LIDERA EL REDISEÑO DEL ESPACIO AEREO DEL AREA TERMINAL BUENOS AIRES
Airline92
El Área Terminal BAIRES es un espacio aéreo que incluye siete aeródromos controlados de aviación comercial, general y militar. Tradicionalmente, atiende alrededor del 50% de todos los movimientos de aeronaves de la Argentina y es una de las terminales de mayor movimiento de América del Sur. El diseño y las operaciones de este espacio se están modernizando para que trabaje como lo hacen otras terminales aéreas complejas en los países más avanzados del mundo, con una menor carga de trabajo a los Controladores de Tránsito Aéreo, mayor capacidad y previsibilidad en la operación de las aeronaves.
En el aeropuerto Gobernador Francisco Gabrielli, de Mendoza, especialistas de EANA y el consorcio internacional con el cual se lidera el proyecto pusieron a prueba por primera vez la nueva concepción del espacio aéreo con centro en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, incluyendo al Aeroparque Jorge Newbery, Morón y San Fernando, entre otros de su región circundante.
El ensayo se llevó a cabo en el simulador de tránsito aéreo que EANA posee en Mendoza, una instalación muy avanzada que comparte diversas características con el sistema de gestión de tránsito aéreo que se instalará en Buenos Aires y permitió representar muy bien las características futuras y filosofía operativa del Nuevo TMA BAIRES.
Conocida como RTS por su sigla en inglés, la simulación apuntó a evaluar, entre otros aspectos, los nuevos procedimientos instrumentales de vuelo y la interacción entre los controladores de tránsito aéreo de la Terminal de BAIRES. Esto permitirá realizar ajustes al nuevo diseño a medida que avance la ejercitación. El gran cúmulo de información obtenida será analizado por el equipo de diseño.
Esta experiencia de validación de los criterios de mayor seguridad operacional y fluidez para la circulación aérea tuvo carácter federal, aunando recursos humanos y técnicos de la Región de Información de Vuelo (FIR) Mendoza, del TMA BAIRES y de distintas áreas de EANA. Realizada en forma presencial, la prueba facilitó la labor conjunta de quienes por lo general se coordinaban sólo a través de los sistemas de comunicación.
Participaron, además, del desarrollo de los trabajos distintas autoridades aeronáuticas. Con esta simulación, que culminó con éxito, EANA completa un hito más de la fase de Validación; enmarcado en las actividades establecidas a tal fin por la Organización de la Aviación Civil (OACI), organismo de las Naciones Unidas.
El TMA BAIRES
El proyecto del rediseño es liderado por EANA junto con Indra/ALG y un consorcio multinacional formado por las empresas Tetra Tech (EE.UU.), DFS Aviation Services (Alemania) e IDS Airnav (Italia). Los subcontratistas son líderes de mercado en cada una de las etapas planteadas para el proyecto y poseen amplia experiencia en el desarrollo de espacios aéreos complejos como el TMA Baires.
Su rediseño plantea desafíos interesantes en virtud del grado de modernización al que aspira EANA, ya que se trata de un espacio aéreo definido hace medio siglo. En lo que hace a la aviación general y la navegación aérea visual, el espacio aéreo ofrecerá una mayor libertad, con mayor fluidez en las operaciones. Asimismo, se buscará maximizar las operaciones de la aviación general con nuevos procedimientos, que mejoren los flujos de tránsito actuales.
El nuevo concepto de espacio aéreo impulsado por EANA apunta a satisfacer el crecimiento de la demanda en forma segura y ordenada, siguiendo lineamientos tales como:
Trayectorias de vuelo más consistentes, transiciones continuas y aproximaciones estabilizadas.
Equidad para los diferentes usuarios del espacio aéreo.
Mayor accesibilidad y conectividad del espacio aéreo.
Aumento en la accesibilidad de los aeródromos en un espacio aéreo de alto volumen de movimientos.
Mayor predictibilidad en las operaciones, con mejoras en la planificación para todas las partes interesadas.
Mayor disponibilidad de trayectorias, con menos convergencias en los puntos de cruce.
Reducción de la carga de trabajo tanto del controlador de tráfico aéreo (ATC) como del piloto.
Flujo armonizado de tráfico de llegada en función de los recursos del terminal y de pista disponibles.
Reducción (en la medida de lo posible) del tránsito en áreas sensibles al ruido;
Mayor certidumbre en la estimación del tiempo esperado de arribo (ETA).
Aprovechamiento de los beneficios de la navegación de área (RNAV) y el uso flexible del espacio aéreo para reducir trayectorias, tiempo de vuelo y consumo de combustible.
Uso eficiente de los recursos del espacio aéreo.
(Luis Piñeiro)
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