El número de satélites se verá incrementado en el futuro próximo con el despliegue efectivo de megaconstelaciones integradas por cientos o incluso miles de nuevos satélites. Por ello, la ESA y la UE están tomando medidas proactivas para garantizar la sostenibilidad espacial, incluyendo la preparación de satélites para su eliminación al final de su vida útil.
Basura espacial
En el ámbito de la sostenibilidad, la ESA y la UE han tomado una iniciativa destacada al preparar una nueva generación de satélites de observación de la Tierra para su eventual eliminación al final de su vida útil o en caso de fallo. Cuatro de estos satélites, pertenecientes al programa Copernicus, ya siguen el documento de requisitos de interfaz de diseño para la eliminación creado por la ESA y están siendo equipados con el dispositivo MICE (interfaz mecánica para la captura al final de su vida útil), desarrollado en España por GMV en colaboración con AVS, junto con varios dispositivos de ayuda a la navegación.
Esto permitirá su futura captura no cooperativa y su eliminación de la órbita al final de su vida útil o en caso de fallo. Además, GMV, en colaboración con AVS y bajo contrato con la ESA, está desarrollando el sistema de captura CAT, necesario para la retirada activa de los satélites Copernicus ya equipados con MICE dentro del nuevo límite de cinco años.
Las tecnologías robóticas para la captura y eliminación de satélites incluyen el desarrollo de un efector final compatible, dispositivos de sujeción, navegación óptica, aviónica y funciones de control. Todos ellos están integrados en un sistema unificado: CAT: Return Capture Payload Bay, un sistema robótico para la eliminación de basura espacial CAT. Actúa conjuntamente con un vehículo de servicio, con su sistema de guiado, navegación y control (GNC) para efectuar la aproximación, sincronización, captura, estabilización y aseguramiento del conjunto final. Consta de 6 brazos y una garra que puede atrapar al satélite en desuso a eliminar.
Grandes estructuras en órbita
El despliegue, mantenimiento y ensamblaje de grandes estructuras en órbita se convertirá en una operación habitual en el ámbito espacial. Para ello, el robot de ensamblaje multibrazo (MIRROR), financiado por la ESA y liderado por GMV, representa el primer prototipo europeo de sistema robótico autorreubicable para operaciones en órbita. Este equipo es capaz de ensamblar grandes estructuras en el espacio y proporcionar servicios de mantenimiento, reparación y actualización a diversos vehículos e infraestructuras espaciales.
El sector espacial está experimentando una transformación significativa, impulsada tanto por iniciativas institucionales como por inversiones privadas, que generan basura espacial. Proteger el espacio, al igual que cuidamos nuestros ecosistemas terrestres, se plantea desde GMV y las instituciones europeas como algo esencial para el futuro de la humanidad.
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