Estados Unidos falla contra Boeing en su disputa con Bombardier y anula los aranceles del 300 por ciento



Los cuatro miembros de la International Trade Commission (ITC) de Estados Unidos resolvieron unánimemente contra Boeing en su disputa comercial con Bombardier por la venta a bajo precio de birreactores regionales “C-Series” a  Delta Air Lines y anuló la imposición de aranceles de hasta un 300 por ciento en esa operación, al considerar que no perjudica a los intereses comerciales de ese fabricante, que había acusado a la canadiense de beneficiarse de ayudas gubernamentales en la construcción de esas aeronaves y ofrecerlos por debajo del precio del mercado. Delta contrató a Bombardier en 2016 de 75 ejemplares de la versión CS100, además de 50 opciones de compra, de 110 asientos, que debían entregarse a partir de la próxima primavera, plan paralizado hasta que se resolviera el recurso presentado por Boeing, que estimaba  en miles de millones de dólares el perjuicio ocasionado por esa venta, ante la ITC.

El constructor aeronáutico norteamericano evalúa recurrir ante la Corte Internacional de Arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional, al Sistema Federal de Cortes o al Tratado de Libre Comercio de América del Norte. La ministra de Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, afirmó que "estamos muy contentos con la resolución unánime del ITC, que confirma la posición de Canadá de que Boeing no está amenazada comercialmente por los aviones ‘C-Series’ de Bombardier". La primera ministra del Reino Unido (que tiene una alta participación industrial en el programa de ese avión regional), Theresa May, acogió con satisfacción esta decisión.

Bombardier afirmó que “la decisión es una victoria para la innovación, la competencia y el estado de derecho. También es una victoria para las aerolíneas y los pasajeros de Estados Unidos. Los aviones ‘C-Series ‘son los más innovadores y eficientes que se han creado en una generación. Su desarrollo y producción representan miles de empleos en Estados Unidos, Canadá y el Reino Unido. Estamos muy orgullosos de nuestros empleados, inversores y proveedores, que han colaborado para llevar estos notables aviones al mercado. A medida que se resuelve este problema, seguimos avanzando rápidamente en el logro de nuestra asociación con Airbus”. El presidente ejecutivo de Airbus, Tom Enders, también se congratuló: "Estamos contentos de ver que la ITC estuvo de acuerdo con nuestros puntos de vista. Seguiremos a toda marcha con nuestro proyecto “C-Series”, centrándonos en las necesidades de nuestras aerolíneas clientes y creando más puestos de trabajo de alta cualificación en los Estados Unidos”.

El 16 de octubre pasado se anunció que Airbus adquiriría el 50,01 por ciento de las acciones de CSALP (C Series Aircraft Limited Partnership), desgajada de Bombardier para ese programa de aviones regionales de 100-150 plazas, segmento para el que se espera un mercado de más de 6.000 ejemplares en los próximos dos decenios, permaneciendo la sede y la principal instalación de ensamblaje en Québec, pero con una segunda línea en Mobile (Alabama) para los clientes estadounidenses, tratando de evitar los aranceles que se iban a exigir a sus ventas y que ahora la ITC ha considerado que no deben aplicarse. Bombardier e Investissement Québec mantienen, respectivamente, el 31 y el 19 por ciento (frente al 62 y 38 que poseían hasta ahora). Se espera que esta transacción se complete en el segundo semestre de este año. La demanda de aviones de pasillo único supondrá el 70 por ciento del total a futuro y hasta ahora Airbus estaba especializada en los aparatos de 150 a 240 asientos en la familia A320..

Por su parte, Boeing reaccionó así: “Estamos decepcionados porque la ITC no ha reconocido el perjuicio que Boeing ha sufrido por los miles de millones de dólares en ayudas estatales ilegales, que el Departamento de Comercio descubrió que Bombardier había recibido y usado para vender aviones a bajo precio en el mercado de aviones de pasillo único en Estados Unidos. Estas violaciones han causado un daño a la industria aeroespacial estadounidense y estamos sintiendo cada día los efectos de esas prácticas comerciales desleales. Revisaremos con más detalle todos sus argumentos. Seguimos confiando en los hechos de nuestra causa y continuaremos documentando cualquier daño que resulte para nuestra empresa y nuestra cadena norteamericana de suministro por las ayudas ilegales y de las prácticas de ‘dumping’. No permaneceremos quietos mientras las prácticas comerciales ilegales de Bombardier continúen perjudicando a los trabajadores estadounidenses y a la industria aeroespacial a la que apoyan”.

Fotografía: Delta encargó 75 Bombardier CS100 y 50 opciones.

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