Airbus Perlan Mission II, iniciativa pionera para volar sin motor hasta la frontera con el espacio, volvió a hacer historia en El Calafate, Argentina, al volar a una altitud de más de 62,000 pies (18.898 metros), en la estratósfera. Se estableció así un nuevo récord mundial de vuelo sin motor pendiente aún de validación.
El planeador presurizado Perlan 2 -diseñado para elevarse hasta los 90.000 pies- cruzó la línea de Armstrong, la altitud por encima de la cual la sangre expuesta de un ser humano entra en ebullición en caso de que la aeronave se despresurice.
Jim Payne y Morgan Sandercock batieron su propio récord mundial de altitud de 52.127 pies (15.902 metros), alcanzado el 3 de septiembre de 2017, en el mismo planeador -el Perlan 2- y en la misma remota región de la Patagonia argentina. El récord de 2017 rompió el anterior establecido en 2006 por el Perlan 1, el primer planeador sin presurizar que pretendía llegar a la estratósfera, pilotado por el fundador del Proyecto Perlan, Einar Enevoldson, y su principal patrocinador, Steve Fossett.
“Este es un momento histórico para todos los voluntarios y patrocinadores de Airbus Perlan Mission II, quienes luchan por hacer realidad esta iniciativa aeroespacial sin ánimo de lucro”, dijo Ed Warnock, CEO del Proyecto Perlan. “La victoria de hoy, y cualquier otro hito que logremos este año, es un testimonio del espíritu pionero de todas las personas que participan en el proyecto y organizaciones que nos apoyan”. “La innovación es hoy una palabra de moda en el sector aeroespacial; pero Perlan encarna, además, el pensamiento intrépido y la creatividad, dos grandes pilares de Airbus”, dijo Tom Enders, CEO de Airbus. “El Proyecto Perlan está logrando lo aparentemente imposible. El apoyo a este proyecto transmite a nuestros empleados, proveedores y competidores el mensaje de que no nos conformamos con ser menos que extraordinarios”.
Otro de los logros del Proyecto Perlan este año fue la introducción de un remolcador de veleros innovador. En lugar del tradicional remolcador, el Perlan 2 fue remolcado hasta el principio de la estratósfera por un avión turbohélice de reconocimiento a gran altitud, el Grob Egrett G520, modificado para la tarea a principios de este verano boreal. Operado por AV Experts, LLC y piloteado por su jefe de pilotos, Arne Vasenden, el Egrett elevó al Perlan 2 hasta unos 43.000 pies (13.106 metros), aproximadamente la altitud máxima que alcanza un Airbus A380.
Para volar en las zonas más altas de la atmósfera de la Tierra, los pilotos del Perlan 2 aprovechan las ondas de montaña estratosféricas, un fenómeno atmosférico que se forma a partir de corrientes de aire ascendentes que inciden sobre las laderas de las grandes cadenas montañosas y se propagan hacia el espacio en forma de onda a sotavento por la acción del vórtice polar. El fenómeno ocurre sólo durante un breve periodo de tiempo cada año y en unos pocos lugares de la Tierra. Ubicado en los Andes argentinos, El Calafate es uno de esos pocos lugares donde estas corrientes de aire pueden llegar a superar los 100.000 pies.
Construido en Oregon y con sede en Minden, Nevada, el planeador Perlan 2 presenta una serie de innovaciones exclusivas para cumplir su ambiciosa misión:
- Una cápsula fabricada en fibra de carbono y un exclusivo sistema de presurización pasivo de cabina de alta eficiencia que sustituye los pesados compresores y consume menos.
- Un innovador reciclador de circuito cerrado que reutiliza el oxígeno que la tripulación metaboliza. Es el sistema más ligero y eficiente que existe para una cabina hermética presurizada. Su diseño se puede aplicar a otras aeronaves de gran altitud.
- Un “sistema de visualización de onda” que muestra gráficamente las áreas de aire ascendente y descendente. En los vuelos comerciales, la visualización de las corrientes de aire mediante estos gráficos permitiría ascensos más rápidos -con el consiguiente ahorro de combustible- y evitar fenómenos peligrosos, como la cizalladura del viento o las corrientes de aire descendentes severas.
A diferencia de los aviones de investigación con motor, el Perlan 2 no contamina ni calienta el aire, lo que lo convierte en una plataforma ideal para realizar estudios atmosféricos. Estos experimentos -llevados a cabo en un compartimento específico que aloja los instrumentos de investigación- arrojan nuevos descubrimientos relacionados con el vuelo a gran altitud, el clima y el cambio climático.
Esta temporada, a bordo del Perlan 2 se llevan a cabo investigaciones desarrolladas por el comité de investigación y ciencia del Proyecto Perlan y otros proyectos creados en colaboración con organizaciones y escuelas de Estados Unidos y Argentina. Los proyectos que lleva el Perlan 2 actualmente son:
- Medición de los efectos de la radiación a gran altitud; proyecto diseñado por estudiantes de las escuelas Cazenovia Central y Ashford, en Connecticut, en coordinación con Teachers in Space, Inc., una organización educativa sin ánimo de lucro que fomenta el interés de los estudiantes en la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas.
- Un registrador de vuelo o “caja negra”, desarrollado por el Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa (CITEDEF) de Argentina.
- Un segundo registrador de vuelo, diseñado por estudiantes de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) de Argentina.
- Un instrumento de clima espacial (radiación).
- Un experimento denominado “Malvaviscos en el espacio”, desarrollado por el Museo de Ciencia y Descubrimiento de Oregón para acercar el proceso científico a preescolares.
- Dos nuevos sensores ambientales desarrollados por el Proyecto Perlan.
El Perlan 2 seguirá aprovechando las condiciones meteorológicas hasta mediados de septiembre para intentar volar aún más alto y realizar investigaciones en la estratósfera.