“La venta de Embraer a Boeing no es posible”, dijo el presidente de Brasil, Michel Temer, después de que ese constructor aeronáutico y Boeing confirmaran sus negociaciones. “El objetivo de la ‘acción de oro’ es precisamente que el Gobierno tome una decisión como ésta”, añadió. Boeing, por su parte, intentó calmar las preocupaciones brasileñas después de que Temer y el ministro de Defensa, Raúl Jungmann, anunciaran su veto a cualquier oferta pública de adquisición (OPA) del fabricante brasileño. En cambio, añadió que “agradecería una inyección de capital extranjero en Embraer”, pero recordó que esta empresa, que también fabrica aviones militares y es uno de los factores con más éxito de la política industrial nacional, “sigue siendo un foco de orgullo nacional”.
Temer dijo que estudiaría cualquier decisión de ambas empresas sobre una alianza, apuntando aa que su gobierno podría usar su "acción de oro" en la compañía para bloquear el control extranjero de la empresa estatal, totalmente privatizada en 2006. "Cuando llegue una decisión, la examinaré", dijo. Por su parte, Jungmann aseguró que el Gobierno daría la bienvenida a una alianza comercial con Boeing: "Estamos a favor de esta y otras asociaciones", aseveró, pero también señaló que el control extranjero de la compañía estaba fuera de discusión, citando el papel central de Embraer en la industria de defensa de Brasil.
