En los pasillos de la feria aeronáutica de París Le Bourget, una cita bienal en la que se juntan las grandes y pequeñas empresas constructoras, los ingenieros del sector presentan todo tipo de aeronaves futuristas, desde taxis voladores hasta drones ultrasofisticados, pasando por aviones eléctricos, para responder a la urgencia ambiental.
A pocos metros de la pista de aterrizaje de París-Le Bourget, donde Airbus presenta sus prototipos más recientes, Eduardo Domínguez, ingeniero de Airbus y encargado de los programas de aviones urbanos, habló con RFI de dos productos innovadores: el CityAirbus y el Vahana, dos pequeñas aeronaves híbridas entre drone, helicóptero y avión. "Ambos vehículos son totalmente eléctricos, libres de emisiones. CityAirbus es un quadcopter que pesa dos toneladas, diseñado para llevar a cuatro personas. Y el Vahana, construido en la Silicon Valley, es un vehículo autónomo (sin piloto), completamente eléctrico, con alas giratorias que se adaptan al despegue vertical y al vuelo hacia adelante como si fuera un avión", dijo el ingeniero de origen español.
Según Domínguez, el despliegue efectivo de estas aeronaves depende de los reguladores. "De aquí a 2025, vamos a ver diferentes tipos de aeronaves que van a aparecer".
De momento, "hay un creciente interés por parte de autoridades, de operadores de transporte público en México, San Pablo y París", hacia este tipo de aeronaves, dijo Domínguez.
La próxima etapa será la elaboración de aviones eléctricos o híbridos que puedan transportar decenas de pasajeros, una tecnología aún incipiente.
Los 50 años de Airbus
Fue en mayo de 1969 cuando Francia, Alemania y Gran Bretaña sellaron el primer proyecto de avión europeo, embrión de lo que sería la empresa Airbus. En aquel entonces, tres países europeos sentían la necesidad de construir su propio avión de línea de gran capacidad. De ahí viene el nombre del primer avión de Airbus, previsto para una capacidad de 300 pasajeros.
Como le dijo a RFI el experto aeronáutico Javier Taibo, el A300 tardó varios años antes de despegar comercialmente hablando. "Costó trabajo sacarlo adelante, porque un birreactor de fuselaje ancho era algo que producía dudas y temores, pero tecnológicamente era el futuro".
De los 10 pedidos de producción del Airbus A300, el consorcio europeo llegó a cifras récord. En 2017, el fondo de inversión estadounidense le encargó a Airbus la producción de 430 aviones modelo A320, la aeronave más exitosa de Airbus.
En total, Airbus ha vendido 12.000 aviones en el mundo y hoy cuenta con 140.000 empleados repartidos en varios países europeos.
Desde el stand de Airbus en la feria aeronáutica de Le Bourget, Thierry Baril, director de recursos humanos del consorcio, explica la originalidad de la cadena de producción: "Es un gran 'mecano' [juguete de construcción] industrial, tenemos componentes que vienen de distintos países que son luego ensamblados en las líneas de fabricación. Sumamos el trabajo realizado en Alemania, Francia y otros países para realizar un avión, y utilizamos nuestros propios aviones para transportar las partes de los aviones, en el Beluga, un avión muy particular".
"Podría parecer complicado, pero es nuestra fuerza", asegura Baril.
El consorcio aglutina a empresas francesas, alemanas, británicas y españolas, impulsadas con fondos estatales. Es hoy un monstruo de tecnología que ha diseñado nueve tipos de aviones comerciales, incluyendo la aeronave civil más grande de la historia: el colosal A380, capaz de volar, por ejemplo, de París a Santiago de Chile con hasta 853 pasajeros. Una creatividad industrial que ha permitido –en varias ocasiones– a Airbus vender más aviones que su gran rival, el estadounidense Boeing, en plena crisis por la paralización de su 737 Max tras dos accidentes.
Con el gigante aeronáutico estadounidense Boeing, la competencia es despiadada, incluso con sospechas de espionaje. Airbus y Boeing mantienen desde hace 15 años un litigio en la Organización Mundial del Comercio. Boeing acusa a la Unión europea de romper las reglas de competencia comercial al otorgar a Airbus créditos a bajo costo. Y la empresa europea acusa a su vez a Boeing de recibir ayudas fiscales desmesuradas del Gobierno estadounidense.
El futuro avión de caza de Airbus y Dassault
El otro proyecto muy esperado de esta edición del Salón aeronáutico de París Le Bourget es el avión caza Scaf, desarrollado por Airbus y Dassault. Scaf es el proyecto de defensa europeo de nueva generación, diseñado para operar en "enjambre" con otras aeronaves.
Bruno Fichefeux, director del sistema de combate europeo del futuro Scaf, prevé que el Scaf reemplace "a los Rafale y los Eurofighters de aquí a 2040 y más adelante".
Ante los micrófonos de RFI, Fichefeux describió así el Scaf: "Será un sistema que conectará drones, pequeños y grandes, que trabajarán juntos, que comunicarán entre ellos y con el avión, con un nivel de autonomía bastante avanzado. Incluirá aviones militares, tankers, aviones de transporte, aviones de datos, que trabajarán juntos. Los satélites contribuirán con imágenes constantes sobre el clima y con datos de inteligencia en el terreno". El nuevo dispositivo incluirá inteligencia artificial para asistir al piloto en el tratamiento de las "imágenes, videos, audios, e imágenes de radares porque el piloto en un avión a veces está saturado de información".
Tanto con el avión de defensa Scaf como con sus proyectos innovadores, Airbus se coloca a la vanguardia del sector aeronáutico. Una posición que conquistó gracias a la cooperación europea y a fondos estatales y que hizo de esta empresa el emblema de la construcción europea