El vicepresidente de COMAC, Shen Bo, confirmó estos objetivos de producción. La empresa tiene una cartera de pedidos de más de 1.000 aviones, principalmente con aerolíneas chinas. COMAC planea aumentar la producción gradualmente, con el objetivo de producir 126 aviones al año en 2028.
El C919 ya ha logrado importantes hitos en su desarrollo comercial, transportando más de un millón de pasajeros. El fabricante aspira a obtener la certificación europea y espera prestar servicio a destinos del sudeste asiático en 2026.
COMAC quiere ampliar su presencia más allá del mercado chino. Mantiene conversaciones con varias aerolíneas, entre ellas Garuda Indonesia, SCAT Airlines (Kazajistán) y Angkor Air (Camboya). La compañía brasileña TOTAL Linhas Aéreas está interesada en cuatro C919. Esta expansión podría verse facilitada por las dificultades de producción de Boeing y los retrasos en las entregas del sector.
Este C919 tiene una capacidad para transportar entre 158 y 192 pasajeros dependiendo de la configuración, con un alcance que varía entre 4.075 km y 5.555 km según la versión estándar o extendida. Está equipado con motores LEAP-1C de CFM International, los mismos que emplea el A320neo, lo que le otorga eficiencia en consumo de combustible y menores emisiones. Sin embargo, su capacidad de combustible es menor que la del A320neo y el Boeing 737 MAX, lo que limita su alcance frente a estos competidores.
Aunque el precio competitivo del C919 (estimado entre $99 y $108 millones) lo convierte en una opción atractiva para aerolíneas sensibles al costo, enfrenta desafíos significativos. Su eficiencia operativa es inferior a la del A320neo y el 737 MAX debido a un diseño más conservador y mayores costos por asiento. Además, las certificaciones internacionales siguen siendo un obstáculo importante para penetrar mercados occidentales.
COMAC también trabaja en variantes futuras del C919 que incluyen versiones para operaciones en aeropuertos de gran altitud y fuselajes extendidos para aumentar la capacidad. Estas iniciativas buscan consolidar su posición frente al duopolio Airbus-Boeing. Sin embargo, tanto Airbus como Boeing mantienen ventajas claras en términos de experiencia operativa global, economías de escala y soporte postventa, lo que complica la entrada del C919 en mercados fuera de China.
Influencia rusa
La colaboración entre China y Rusia ha tenido una influencia indirecta pero relevante en el desarrollo del C919, aunque su impacto más visible se refleja en proyectos conjuntos como el CR929, un avión de fuselaje ancho que ambas naciones desarrollan a través de la empresa conjunta CRAIC (China-Russia Commercial Aircraft International Corporation Limited). En este contexto, la experiencia rusa en ingeniería aeronáutica y diseño de aviones ha servido como referencia para el avance de la industria aeronáutica china en áreas clave como diseño aerodinámico, con pruebas avanzadas en túneles de viento; la estructura de fuselaje con el empleo de materiales compuestos avanzados; y sistemas de aviónica.
A pesar de estos retos, el respaldo gubernamental chino y la creciente demanda interna colocan al C919 como un competidor emergente que podría alterar el equilibrio del mercado aeronáutico en las próximas décadas.
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