La SEC (Securities and Exchange Commission) de Estados Unidos acusó el 22 de septiembre a The Boeing Company y a su ex director ejecutivo, Dennis A. Muilenburg, de hacer declaraciones públicas sustancialmente engañosas tras los accidentes de aviones 737 max en 2018 y 2019. Sus investigaciones concluyeron que violaron negligentemente las disposiciones antifraude de las leyes federales de valores. Sin admitir ni negar los hallazgos de la SEC, Boeing y Muilenburg aceptaron multas de 200 millones y 1 millón de dólares, respectivamente. Se establecerá un fondo en beneficio de los inversores perjudicados, de conformidad con la Sección 308(a) de la Ley Sarbanes-Oxley de 2002. Los accidentes se debieron al “software” de la función de control de vuelo MCAS (Maneuver Characteristics Increase System).
De acuerdo con las investigaciones, después del primer accidente, Boeing y Muilenburg sabían que el MCAS planteaba un problema de seguridad del avión, pero informaron al público que el 737 MAX era “tan seguro como cualquier avión que haya volado alguna vez en los cielos”. Tras el segundo siniestro, afirmaron que no hubo fallos ni lagunas en el proceso de certificación del MCAS, a pesar de conocer información contraria.
Según la SEC, un mes después de que el vuelo 610 de Lion Air, un 737 MAX, se estrellara en Indonesia en octubre de 2018, Boeing emitió un comunicado de prensa, editado y aprobado por Muilenburg, que destacaba selectivamente ciertos hechos de un informe oficial indonesio, sugiriendo que un error de pilotaje y el mantenimiento deficiente de la aeronave contribuyeron al accidente.
El comunicado de prensa también dio garantías sobre la seguridad del avión, sin revelar que una revisión de seguridad interna había determinado que el MCAS planteaba un problema de seguridad del avión y que Boeing ya había comenzado a rediseñar el MCAS para solucionar ese problema, según la SEC.
Tras la puesta a tierra por parte de las autoridades aeronáuticas de toda la flota 737 MAX por esos accidentes, Muilenburg, aunque consciente de la información que cuestionaba ciertos aspectos del proceso de certificación del MCAS, dijo a analistas y periodistas que “no hubo brecha de seguridad en el proceso de certificación” 737 MAX y que Boeing había seguiro “exactamente los pasos en nuestros procesos de diseño y certificación que constantemente producen aviones seguros”.
El presidente de la SEC, Gary Gensler, dijo que: "No hay palabras para describir la trágica pérdida de vidas provocada por estos dos accidentes aéreos. En tiempos de crisis y tragedia, es especialmente importante que las empresas públicas y los ejecutivos brinden información completa, justa y veraz a los mercados. The Boeing Company y su ex director ejecutivo, Dennis Muilenburg, no cumplieron con esta obligación básica.
Engañaron a los inversores al proporcionar garantías sobre la seguridad del 737 MAX, a pesar de conocer serios problemas de seguridad. La SEC sigue comprometida con erradicar la mala conducta cuando las empresas públicas y sus ejecutivos no cumplen con sus obligaciones fundamentales para los inversores".
El director de la División de Cumplimiento de la SEC, Gurbir S. Grewal, dijo que: "Boeing y Muilenburg antepusieron las ganancias a las personas, al engañar a los inversores sobre la seguridad del 737 MAX, todo en un esfuerzo por rehabilitar la imagen de Boeing tras los dos trágicos accidentes que costaron la vida a 346 personas y un dolor incalculable para tantas familias. Pero las empresas públicas y sus ejecutivos deben brindar información precisa y completa cuando hacen revelaciones a los inversionistas, sin importar las circunstancias. Cuando no lo hagan, los haremos responsables, como lo hicimos aquí".