Los aumentos tienen un porcentaje aproximado del sesenta por ciento, perjudicando a las compañías low cost nacionales, que si o si deben contratar los servicios de Intercargo, con la excepción de Aerolíneas Argentinas que dispone de su propia compañía de servicios de rampa.
Pese a tener precios bastante caros, mucho más que en toda la región, la compañía recibe subsidios del Estado Nacional que ayudan a la supervivencia de la misma con importantes ayudas para cubrir los gastos corrientes.