El préstamo, de un total U$S 2,5 millones de dólares, ha sido el primero del IAF destinado a financiar el desarrollo de un proyecto vinculado a la industria para la defensa y ha significado un importante aporte a la industria argentina.
Fue en 2020 cuando el Ministerio de Defensa argentino, la Fuerza Aérea de ese país FAdeA y el IAF firmaron un convenio estratégico de cooperación para desarrollar proyectos conjuntos que respaldaran la producción local en materia de defensa, un sector muy vinculado a la innovación tecnológica.
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Avión de entrenamiento
El IA-100 es un avión destinado al entrenamiento elemental y primario de pilotos militares. Posee una estructura robusta, fabricada en materiales compuestos, cuenta con una cabina digital y motor acrobático, certificado bajo normas FAR-23, óptimo para las exigencias requeridas en las primeras fases de vuelo de instrucción. Hablamos de un sistema completo, en tanto incluirá, además del avión, un sistema de mantenimiento (MSG-3) y entrenamiento (ITS) y un soporte post-venta para asegurar su operatividad a lo largo de su ciclo de vida.
La originalidad de este avión entrenador es que está concebido como triplaza, pudiendo llevar a un segundo alumno. Su motor será de pistón de 260 CV y se certificará como FAR-23, dentro de la categoría de acrobático.
Considerando las necesidades de reemplazo de aeronaves militares para entrenamiento elemental y primario en el mundo en los próximos 10 años, FAdeA prevé un mercado con una demanda potencial del orden de 900 unidades. En Sudamérica y América Central unos 206, Europa necesitará el reemplazo de 225; 120 para Medio Oriente y Europa del Este, 275 en la región Asia-Pacífico y en África unos 83. Actualmente existen muchos casos en los que se está llevando a cabo el entrenamiento elemental y primario de los pilotos militares en turbohélices que tienen un costo por hora de vuelo cercano a los 800 dólares. (Luis Piñeiro / Fotos MINDEF)
