El primer paso imprescindible es obtener el Certificado Oficial de Tripulante de Cabina (TCP), emitido por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA). Este certificado se obtiene tras completar un curso homologado en un centro autorizado, puedes consultarlos en nuestra “Guía 2024 de Centros de Formación Aeronáutica en España”. Las propias aerolíneas interesadas en contratar tripulantes de cabina de avión, en ocasiones, facilitan el acceso a esta formación, apoyándose en acuerdos con entidades especializadas en ello.
Además, las aerolíneas suelen exigir otros requisitos relacionados con edad, formación académica, habilidades físicas y dominio de idiomas.
Requisitos generales para ser TCP
Edad mínima: Para ejercer como auxiliar de vuelo es necesario tener al menos 18 años. Aunque puedes inscribirte en el curso antes de alcanzar esta edad, no podrás trabajar hasta cumplirla. Algunas aerolíneas establecen límites máximos de edad, generalmente alrededor de los 35 años, aunque esta restricción está desapareciendo progresivamente.
Formación académica: Es obligatorio haber completado la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) o su equivalente. Además, el Certificado Oficial TCP es indispensable para trabajar en este puesto. Este curso incluye formación teórica y práctica sobre seguridad aérea, primeros auxilios y procedimientos en emergencias.
Idiomas: El inglés es esencial para desempeñar esta profesión, ya que es el idioma universal en la aviación. Las aerolíneas valoran positivamente el conocimiento de otros idiomas como alemán, francés o italiano.
Altura mínima: Aunque no todas las compañías lo exigen estrictamente, se recomienda una altura mínima de 1,575 metros para mujeres y hombres. Esto se debe a la necesidad de alcanzar los compartimentos superiores en situaciones críticas. Las dimensiones de la aeronave también influyen en una limitación, de algunas aerolíneas, a una altura máxima de 2,10 metros.
Certificado médico aeronáutico: Es indispensable superar un reconocimiento médico aeronáutico clase CC que evalúa aspectos como la función cardio-respiratoria, sistema nervioso y agudeza auditiva. Además, se realizan pruebas como análisis de sangre y orina, electrocardiogramas y evaluaciones visuales.
Habilidades físicas: Saber nadar es otro requisito fundamental. Las pruebas incluyen nadar 100 metros en menos de dos minutos y medio, bucear ocho metros y realizar ejercicios relacionados con rescate en agua.
Documentación: Es necesario contar con un pasaporte vigente o DNI en regla. Algunas compañías también solicitan un historial limpio de antecedentes penales.
Ausencia de tatuajes en zonas visibles: Aunque algunas aerolíneas están flexibilizando esta norma, otras la siguen teniendo en cuenta.
Cumplir con estos requisitos no solo garantiza que puedas desempeñar tus funciones correctamente dentro del avión, sino también que estés preparado para afrontar situaciones críticas durante el vuelo. Si sueñas con convertirte en auxiliar de vuelo y vivir experiencias únicas mientras ayudas a garantizar la seguridad y comodidad de los pasajeros, esta profesión puede ser tu destino ideal.
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