Las necesidades formativas para capacitar a los empleados del sector, han crecido significativamente. La seguridad, tanto de protección como operacional, contiene numerosas materias que requieren capacitación y las normas y regulaciones se crean y actualizan con asiduidad. En la actualidad sería prácticamente imposible, atender dichas necesidades utilizando solamente la formación tradicional. Para la empresa, los costes formativos tradicionales son fácilmente identificables, como espacio, explotación, mantenimiento y optimización, que parten de una programación, para conocer previamente, el dónde, cuándo y cómo de la instrucción prevista. El ‘E-aprendizaje’ no necesita espacios dedicados y el dónde, cuándo y cómo, queda en manos de empresas y alumnos. Butterfly-Training imparte formación a una media de 2.500 alumnos al mes. El alumno y la empresa necesitan que la formación tenga capacidad de autogestión y el ‘E-aprendizaje’ es la herramienta perfecta.
Tanto empresa como alumnos son los gestores del momento, la dedicación y el lugar. La certificación de todos los que han superado las formaciones previstas, la fecha y control de cuándo han de actualizar sus conocimientos, historial, etc., son procesos que conforman una estructura y han de tenerse en cuenta. Lo hace el propio sistema, a un menor coste, permitiendo a los encargados una mejor gestión y dedicación. La formación puede incluir traslado, alojamiento, estancia y sustento, costes innecesarios en el ‘E-aprendizaje’ que también, es comodidad, adaptación y un concepto en continuo desarrollo y evolución. La experiencia es importante y Butterfly-Training lo sabe y por eso cuenta con un servicio de asesoramiento, para resolver las dudas y ajustar los requisitos formativos a las necesidades de las empresas a la medida. Actualmente se vende en 50 países, con 800 clientes activos y 2.500 alumnos por mes.