La empresa aplica el mismo criterio de remuneración para las horas de vuelo extras tanto a los TCP con reducción de jornada por guarda legal o cuidado de familiares enfermos, como a aquellos que no se acogen a dicha reducción. Esto puede resultar en una disminución de casi 900 euros al año en algunos casos. Además, dado que hay tres veces más TCP femeninos que masculinos, esto afecta especialmente a las mujeres, quienes suelen recurrir más a las reducciones de jornada en nuestro país.
Según afirma el sindicato, estos pagos no realizados a lo largo de los 20 años de existencia de la compañía constituyen una explotación de los trabajadores y representan una pérdida para la Seguridad Social y la Hacienda pública.
Los pilotos, a través del sindicato Sepla y de manera individual, ya habían llevado a juicio a la empresa por este mismo motivo, y algunos están aún a la espera de una sentencia.
Además, la queja de USO-Sector Aéreo también señala la discriminación que supone que los TCP que realizan el mismo trabajo reciban dietas diferentes (con una diferencia de entre 80 y 105 euros) según la fecha de ingreso en la compañía. Estas dietas se destinan a situaciones similares, como la comida, por lo que no debería haber diferencias en el pago dentro de un mismo grupo de empleados.