Esta posibilidad está dirigida en exclusividad a personal de tierra, administrativo u operativo, que tuviera una antigüedad en su puesto de más de dos años. Se supone que con estas condiciones se encontrarían casi ocho mil empleados en condiciones de acogerse a este programa. El plazo para acceder a este plan de retiro es hasta el 31 de marzo.
Aquellos que acepten su salida de la empresa recibirán el equivalente a la mitad de los años trabajados y la mitad de la antigüedad. Está claro que este sistema busca reducir la enorme cantidad de funcionarios y empleados que tiene Aerolíneas Argentinas en su plantilla de personal, claramente fuera de competencia con otras aerolíneas del mundo.
Además, algo indisimulable e incontrastable, es que la empresa fue utilizada por la administración kirchnerista como bastión de su estrategia aerocomercial e incrementó fuertemente el número de empleados en cargos políticos.