El sindicato argumenta que esta medida es consecuencia de: “la falta de interés de la empresa por llegar a un acuerdo que resuelva el conflicto laboral, después de la mediación propiciada por el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA), a petición de la empresa”.
Las actuales reivindicaciones laborales planteadas por los pilotos se centran en recuperar la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores. Desde el Sepla acusan a la aerolínea de: “enmascarar la productividad como revisión salarial y de tratar de obligar a los pilotos a ceder parte de sus derechos firmados en el cuarto convenio, lo que genera peores condiciones laborales y salariales a corto y medio plazo”.
El sindicato afirma, además, que “esta huelga supondrá un alto coste personal para los pilotos, que todavía siguen sufriendo las consecuencias del ERTE vivido durante la pandemia, pero que es su respuesta después del fracaso de las negociaciones”.
Desde el Sepla destacan también que esta posible huelga es un mandato unánime que los pilotos otorgaron a Sepla en la asamblea celebrada en febrero.