Esta tendencia a la concentración plantea interrogantes sobre la competencia y el impacto en los consumidores europeos, mientras el sector enfrenta desafíos como la sostenibilidad y los costos operativos.
En este contexto, la normativa europea, con las restricciones que impiden una mayoría extranjera en el capital de las aerolíneas de la Unión Europea, busca proteger el mercado. Mediante fuertes inversiones, grandes conglomerados aéreos podrían adquirir una posición dominante en este sector estratégico.
Así, este enfoque proteccionista, para algunos actores, es la mejor estrategia para garantizar la supervivencia en un entorno global altamente competitivo, donde las sinergias entre aerolíneas son clave para asegurar la rentabilidad y sostenibilidad.
Los cuatro principales gigantes aéreos europeos y sus participaciones en otras compañías aéreas muestran como se está tratando de definir el tablero aeronáutico europeo. IAG, incluye a British Airways, Iberia, Vueling, Aer Lingus, Level y la participación en Air Europa del 20%; Lufthansa Group, opera Swiss Air Lines, Austrian Airlines, Brussels Airlines, Eurowings y cuenta con una participación en ITA Airways del 41%, con opción a llagar al 100%; Air France-KLM que comprende a Air France, KLM, Transavia y un 19,9% de SAS con quien tiene también códigos compartidos; por último Ryanair, con sus filiales Buzz, Lauda y Malta Air, también figura entre los cuatro conglomerados del sector.
Tras la frustrada adquisición de Air Europa por parte de IAG, y dadas las dificultades financieras de Air Europa para devolver los créditos que recibió tras la pandemia, siguen los rumores de negociaciones con Air France-KLM para hacerse con un porcentaje de la aerolínea española. Otra aerolínea candidata a engordar, próximamente, alguno de los conglomerados de aerolíneas europeas es la portuguesa TAP, que aún tiene que aclarar su situación financiera, por las reclamaciones de la aerolínea Azul. Otras compañías que se postulan para ser adquiridas por alguno de los grandes grupos son: Norwegian, SAS, Virgin y Volotea.
Si bien muchas de estas adquisiciones se ven propiciadas por las dificultades financieras de algunos operadores, los acuerdos de códigos compartidos también son tenidos en cuenta para fortalecer las relaciones entre compañías y mejorar la posición del grupo en el mercado.
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