El SAF, fabricado por Moeve en su complejo energético La Rábida, permite reducir hasta un 90% las emisiones de CO2 respecto al queroseno tradicional. Este hito se enmarca en el compromiso conjunto de ambas empresas por avanzar hacia la descarbonización del sector aéreo, especialmente en zonas como Melilla, donde la conectividad aérea es esencial.
Según Marta Cencillo, responsable de Aviación Sostenible de Moeve, "ser los primeros en suministrar SAF en Melilla refuerza nuestra misión de llevar combustibles sostenibles a más aeropuertos españoles". Por su parte, Mª José Sanz Miguel, directora de Calidad y Medio Ambiente de Air Nostrum, destacó que esta iniciativa es un paso clave en el objetivo de la aerolínea de alcanzar un consumo del 10% de SAF para 2030, casi el doble de lo exigido por las normativas europeas.
Esta apuesta por el SAF forma parte de un plan estratégico que incluye el desarrollo de infraestructuras para biocombustibles de segunda generación. El proyecto permitirá a Moeve liderar la producción de combustibles sostenibles en Europa con una capacidad estimada de 2,5 millones de toneladas anuales para 2030, contribuyendo significativamente a la transición energética y a la mitigación del cambio climático.
La implementación de SAF en Melilla también apoya varios Objetivos de Desarrollo Sostenible, como el de Energía Asequible y no Contaminante (ODS 7) y el de Acción por el Clima (ODS 13), reafirmando el compromiso del sector aéreo con la sostenibilidad.
Con esta iniciativa, Moeve y Air Nostrum no solo mejoran la eficiencia de las operaciones, sino que trabajan para conseguir un futuro más limpio y respetuoso con el medio ambiente.
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