La DG MOVE de la UE podría revisar las Normas sobre propiedad y control de las compañías aéreas de la UE en 2023, las cuales actualmente obligan a las compañías a mantener un capital social mayoritario de países o personas de alguno de los países miembros de la Unión Europea, tras el fin del periodo transitorio del Brexit en diciembre de 2020.
La situación económica de las aerolíneas tras la COVID-19 y los compromisos en materia de sostenibilidad, suponen un esfuerzo extra de financiación. Por ejemplo, para la adquisición de aeronaves más eficientes, investigación y desarrollo de modos de propulsión alternativos como combustibles sostenibles, etc. Esta situación ha empujado a las aerolíneas a buscar financiación en fondos de inversión, muchos de ellos extracomunitarios.
La actual normativa podría llevar a las aerolíneas afectadas por el Brexit a varios escenarios:
- Renunciar a la financiación.
- A salir del mercado europeo.
- A vender acciones de extracomunitarios a empresas o personas de la Unión Europea.
Para tratar de cumplir el reglamento comunitario IAG trasladó su centro social a Madrid y su aerolínea Iberia pasó los derechos políticos a la sociedad española Garanair, controlada por El Corte Inglés. Por su parte, tanto Ryanair como Easy Jet tienen en sus estatutos planes de contingencia que obligarían a los accionistas de fuera de la UE a vender sus títulos a inversores europeos.