Este convenio regula los derechos y obligaciones entre partes en cuanto a todos los elementos que componen la actividad laboral, como licencias, prestaciones, sueldos y extras, etc.
Por medio de un comunicado a los medios de prensa, la Asociación de Trabajadores Aeronáuticos de Flybondi (ATAF) y la Asociación Sindical de Trabajadores de JetSMART (ASTJ), explicaron que dicho convenio es: “un paso más hacia la destrucción de fuentes laborales en la industria aeronáutica, cualquiera sea su origen o modelo, pues otorgaría facultades a APLA por encima de todo orden legal, a punto de constituir en negociadora por cada empresa empleadora de absolutamente todos los componentes salariales y de beneficios”
“APLA no tiene representación entre nuestros pilotos porque sabemos que defiende exclusivamente los intereses de empresas del Estado, caja de permanente saqueo a las arcas estatales y al pueblo argentino. CLARA es una cámara a la que no están asociadas las low cost y por consiguiente, no representa a las empresas que no se suscriben a su estatuto, sólo salvaguarda los intereses de Aerolíneas Argentinas y pretende imponer pautas a quienes sanamente compiten, poniéndonos a todos en un mismo lugar”, menciona la información de prensa.
El comunicado continúa con: “desde nuestros gremios ATAF y ASTJ defendemos los interese de los empleados asociados cualquiera sea su jerarquía, con nuestros propios convenios colectivos de empresa, sin condicionantes y sin embarcarnos en proyectos delirantes y totalitarios, que eventualmente destruirán nuestras fuentes de trabajo, paso con Andes, exAvian, ex SW, ex Aerovip, ex Dinar, ex LAPA, ex LATAM Argentina, etc… En todas ellas estaba APLA, defendiendo a Aerolíneas Argentinas y no a los pilotos argentinos”.
Prosigue el durísimo comunicado “fuimos testigos de la indolente actitud de APLA y otros gremios ante el cierre de El Palomar, nunca nos defendieron y propugnaron nuestra destrucción, no queremos ser cómplices ni parte de un sindicato que se sostiene solo por el aporte estatal de más de 800 millones de dólares anuales”, afirman los directivos que nuclean a los trabajadores de JetSMART y Flybondi, en una pelea que no tiene fin. (Luis Piñeiro)