Según El Confidencial, el nuevo calendario de pagos estipula que 14,5 millones de euros se pagarán en 2025, mientras que los 21,7 millones restantes se abonarán entre 2026 y 2028. Este acuerdo no especifica la cantidad exacta que corresponde a la SEPI, que en 2020 inyectó 200 millones de euros a Volotea para evitar su quiebra durante la pandemia.
A pesar de este aplazamiento, Volotea prevé cerrar 2024 como el año más rentable de su historia. La aerolínea espera alcanzar una facturación superior a los 800 millones de euros y un EBITDA de alrededor de 150 millones de euros, lo que supondría un aumento del 51% respecto a 2023. En los nueve primeros meses del año, Volotea ya ha alcanzado unas ventas de 640 millones de euros, un 14,5% más que en el mismo periodo del año anterior. El EBITDA en este periodo ha superado los 120 millones de euros, lo que supone un margen bruto del 19%, y el beneficio operativo (EBIT) ha sido de 34 millones de euros. Volotea estima que este crecimiento en la rentabilidad se deba a una estrategia flexible y eficiente, acompañada de una sólida demanda en sus mercados.
Volotea estima transportar entre 11,5 y 12 millones de pasajeros en 2024 en las más de 450 rutas que opera. Este crecimiento se debe en parte a la apertura de tres nuevas bases en Brest y Rodez (Francia) y Bari (Italia). A nivel nacional, Volotea ha transportado a más de 2,3 millones de pasajeros en España en lo que va de año, lo que supone un incremento del 17% en comparación con el mismo periodo del año anterior. La aerolínea prevé cerrar el año superando los 3 millones de pasajeros en España, lo que representaría un crecimiento del 15% respecto a 2023.
Carlos Muñoz, consejero delegado de Volotea, se ha mostrado optimista sobre los resultados de la compañía. Muñoz ha destacado la estrategia flexible y eficiente de la aerolínea, así como la sólida demanda en sus mercados. Volotea se centra en el segmento de corto radio, con rutas dentro de la UE y vuelos para visitar a familiares y amigos o viajes de ocio.
El acuerdo de aplazamiento de la deuda y las previsiones de beneficios récord para 2024 marcan un punto de inflexión para Volotea, que ha encadenado pérdidas desde 2019.
La inyección de capital de Aegean y otros accionistas, que anunciamos en septiembre, ha sido clave para obtener la confianza de los acreedores y asegurar la viabilidad de la compañía. En concreto, Volotea aclaró en una nota que recibió un total de 50 millones de euros en la primera fase de la ampliación de capital, que se llevó a cabo a principios de septiembre. Esta ampliación se realizó a través de un préstamo participativo convertible en acciones. El dinero fue aportado por la aerolínea griega Aegean y los accionistas actuales de Volotea, incluyendo a su consejero delegado y fundador, Carlos Muñoz.
La ampliación de capital se dividió en dos fases. Se espera que la segunda fase se complete en 2025, cuando Aegean y los accionistas actuales aporten aproximadamente otros 50 millones de euros.
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