Un avión de KLM chocó contra un globo aerostático al aterrizar ayer en el aeropuerto internacional de Guarulhos, en São Paulo, Brasil. La colisión involucró al Boeing 777-300ER con matrícula PH-BVW, que provenía de Ámsterdam en el vuelo diario KL-791 de la compañía de los Países Bajos.
Poco después del aterrizaje, al abandonar la pista, el piloto informó a la torre de control que “para su información, impactamos varios globos a una altitud de 500 pies (150 m).
Luego, el controlador pidió a KLM que confirmara la información y el piloto detalló: “Volamos entre, al menos 3 globos, y 1 de ellos definitivamente se estrelló contra nuestro motor derecho”. Algunos vuelos fueron postergados durante unos minutos inspeccionándose la pista.
El lanzamiento de globos en Brasil es un delito contra la seguridad aérea, pero la práctica es recurrente, especialmente en São Paulo y Río de Janeiro, las dos terminales más transitadas del país, en la que a menudo participan facciones criminales, que lo consideran un “arte”, que podría matar a varias personas y generar incendios, además de apuntar a los pilotos con marcadores láser.
En febrero del año pasado, un globo no tripulado cayó en el Aeropuerto Internacional de Guarulhos, encima de la cola de un avión Gol estacionado en la plataforma, y en diciembre de 2019 otro también cayó en Guarulhos sobre un avión de Latam. El 21 de mayo de este año, un de globos cayó dentro de la zona de aterrizaje del aeropuerto de Viracopos y provocó un incendio que fue controlado por el equipo de la concesionaria, Aeroportos do Brasil.
El Código Penal brasileño prevé en su artículo 261, prisión de seis meses a dos años para quien exponga a peligro una embarcación o aeronave, o realice cualquier acto tendiente a impedir o dificultar la navegación marítima, fluvial o aérea. (Javier Bonilla)