La declaración en tal sentido fue formulada por el presidente de Azul, John Rodgerson, en una entrevista al diario chileno Diario Financiero. Según el ejecutivo, la intención es hacerse cargo de todas las operaciones de Latam Airlines, no solo en Brasil, sino en todos los países donde la compañía tiene bases.
Azul solo está esperando que Latam salga del proceso de reorganización judicial en los Estados Unidos (Capítulo 11) para dar el siguiente paso. La propuesta depende de la seguridad jurídica para asegurar la continuidad del negocio, sin contaminar la empresa con posibles problemas económicos o legales. "[Esto] protege a Latam de sus acreedores, (...) pero todo indica que no están llegando a un acuerdo. La aerolínea ha estado solicitando prórrogas para la presentación de tal plan, pero hay un plazo estricto establecido para el día 23 de noviembre. Estamos interesados y sabemos exactamente lo que vamos a ofrecer, pero tenemos que respetar este proceso ", dijo Rodgerson." Para esa fecha, definitivamente sabrán más sobre nuestro plan ", agregó.
El CEO de Azul reconoce haber conversado con algunos acreedores y cree que las reiteradas solicitudes de prórrogas realizadas por la gerencia de LATAM son una señal de que no están llegando a un acuerdo con ellos - recientemente la empresa logró posponer la presentación del plan en Estados Unidos. 26 de noviembre.
John Rodgerson volvió a insistir en la tesis de la consolidación como la mejor salida a la caída de la demanda. La empresa apuesta por su enorme red con 130 destinos frente a los 45 de LATAM como una de las razones para creer en una mejora en la conectividad. Citó el caso del acuerdo de JetSmart con American Airlines y la relación entre la chilena Sky y Avianca como ejemplos positivos.
En su opinión, la combinación de las operaciones de las dos empresas incrementaría el valor de mercado del supuesto grupo, creando sinergias y permitiendo una mejor recuperación de los acreedores. El presidente de Azul, sin embargo, negó que la propuesta del grupo en su conjunto tenga como objetivo solo mantener la división brasileña (heredada de TAM) y vender el resto.
Azul tampoco teme una posible reticencia de la Cade, el organismo antimonopolio brasileño, a aprobar una posible fusión entre las dos empresas. El presidente de la empresa citó el caso de la unión entre Localiza y United, que controlará el 70% del mercado de alquiler de autos y que ya fue aprobado por el regulador. Y fue aún más allá al recordar que LAN, cuando compró TAM, tenía el 85% del mercado de la aviación chilena y hoy enfrenta la competencia de JetSmart y Sky.
Una eventual adquisición de Grupo Latam por parte de Azul debería crear una de las aerolíneas más grandes del mundo. Sin embargo, el proceso aún debe pasar por el escrutinio de importantes accionistas de Latam, como la norteamericana Delta Air Lines y la árabe Qatar Airways. El proceso dependerá de ajustes, ya que Delta Air Lines está interesada en mantener su presencia estratégica en Sudamérica, chocando con los intereses de su rival United Airlines, socia de Azul. De hecho, Latam y Azul ya mantienen desde hace 15 meses un acuerdo de códigos en 64 destinos brasileños.
Su rival, Gol, si esto sucediera, a su vez, debería fortalecer sus alianzas y acuerdos con empresas extranjeras (actualmente, una fuerte asociación con Air France y KLM), y, simultáneamente, con empresas regionales locales, ya sea con las tradicionales (Voepass , Abaeté...), así como los más nuevos operadores(Asta-con los que ya tienen acuerdos-Aerosul, etc.). A nivel continental, es previsible , de darse este cuadro, una reacción comercial de Copa (que mantiene una buena relación con Gol y algunos acuerdos) y el grupo Avianca. (Javier Bonilla, corresponsal del Grupo Edefa en Brasil)
