Este acontecimiento añade un nuevo capítulo a la complicada historia de la aviación comercial nacional. De manera contundente y pública, el ministro, con experiencia previa en la reconocida compañía privada Aeropuertos Argentina 2000 y en Corporación América, matriz de un conglomerado comercial, aeronáutico e industrial, explicó que Aerolíneas presenta cifras engañosas.
El ministro del Interior enfatizó que la pretensión de la compañía de operar con un dólar, que vale la mitad de lo que es el valor real, no refleja superávit, sino más bien una empresa deficitaria con números falsos.
Esta afirmación rotunda proviene de uno de los principales ministros del presidente, Javier Milei, quien no negó la solicitud de fondos por parte de la aerolínea para sobrevivir durante el verano. El supuesto superávit reportado por anteriores funcionarios, que mostraba números positivos y ganancias, es desconocido, y solo circula el rumor de que la administración anterior postergó pagos habituales, generando deudas en diversos aspectos, desde el mantenimiento hasta alquileres de aeronaves.
Especialistas en transporte aéreo estiman que se necesitan alrededor de doscientos millones de dólares para cubrir los gastos operativos y las deudas pendientes en el primer trimestre. Esto permitiría solventar las necesidades de la flota y de la empresa. Cabe señalar que durante el verano argentino, los meses de enero, febrero y parte de marzo, los ingresos ya se han computado, ya que los pasajes han sido pagados y gastados, dejando las arcas vacías.
Aún no se confirma, dada la discreción usual en estos asuntos, si el ministerio de Economía, inmerso en un proceso de ajuste generalizado sobre los organismos del estado nacional, responderá favorablemente a las solicitudes de apoyo financiero.
