El diseño validado asegura que los nuevos radares cumplen con los requisitos establecidos y se instalarán dentro de los plazos acordados. La operación está valorada en más de 100 millones de euros y con una duración de trece años, equipará 19 sitios con radares primarios y secundarios modo S, mientras que otros 4 sitios recibirán radares secundarios de apoyo.
Estos sistemas utilizan tecnologías avanzadas, como transmisores de nitruro de galio y procesamiento digital completo de señales, junto con algoritmos de tracking multisensor, ofreciendo una imagen precisa del tráfico aéreo.
Miriam Hernández, responsable del proyecto en Indra, destacó que estos sistemas pueden operar en condiciones climáticas adversas y mitigar reflejos de infraestructuras como aerogeneradores y paneles solares.
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