Las incautaciones ocurren durante el paso hacia la puerta de embarque y la inspección del equipaje de mano mediante equipo de rayos X en viajes nacionales e internacionales, según el Reglamento de Aviación Civil de Brasil.
Tras su retención, el equipo de seguridad de la aviación civil del Aeropuerto de Foz inspecciona los objetos, separándolos según normas técnicas, ya que su destino sigue unos parámetros ambientales adecuados. CCR Aeroportos, la concesionaria, subcontrata la gestión de residuos, lo que garantiza la compactación, el envío a empresas de reciclaje y evita impactos ambientales.
Gran parte de las incautaciones son de objetos sencillos, como productos de higiene personal en aerosol. Sin embargo, otros requieren mayor atención por parte de los equipos, como los simulacros de armas, por ejemplo, los perfumes en forma de granadas o armas de fuego, así como taladros y armas blancas.
Las bebidas alcohólicas también se encuentran entre las principales incautaciones. Está permitido transportarlos dentro de la aeronave siempre que sean en contenedores sellados, cumpliendo con el límite de cinco litros por pasajero y con una graduación alcohólica entre 24% y 70%, extremos que no siempre suceden.