La Diputación de Soria declaró desierta la última licitación de su aeródromo por un año de gestión provisional, tiempo que se prevé duren las obras previstas en las instalaciones, debido a que ninguna de las ofertas cumplió con los requisitos establecidos en los pliegos. Una de las propuestas, presentada por la empresa Usado for Sale S.L., con sede en Rivas-Vaciamadrid, Madrid, y cuya actividad principal declarada está relacionada con la subasta de obras de arte, presentó una oferta para la gestión del aeródromo de Garray prácticamente sin coste (1,20 euros), rechazada por la Diputación por considerarse una "baja temeraria".
El presupuesto inicial establecido por la Diputación era de 36.000 euros para un año, quedando finalmente la licitación desierta debido a que ninguna oferta cumplió con los requisitos establecidos. La gestora provisional en los últimos años, Airpull Aviation, dedicada principalmente a la formación de pilotos a través de su academia, Airpull Aviation Academy, con sede en Requena, Valencia, fue descartada por no cumplir con las condiciones relativas al personal contratado, a pesar de ofrecer 30.000 euros frente al presupuesto inicial de 36.000.
Ante esta situación, la Diputación ha decidido iniciar un nuevo proceso de licitación y está valorando utilizar un procedimiento negociado. Mientras tanto, Airpull Aviation continuará gestionando el aeródromo hasta que se resuelva el nuevo contrato. Este periodo de gestión provisional es crucial para garantizar la operatividad mínima del aeródromo durante las obras, como exige la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA).
Actualmente, el aeródromo de Garray se dedica principalmente a actividades relacionadas con la aviación general y deportiva, como vuelos recreativos, formación de pilotos y mantenimiento de aeronaves. Pero la Diputación de Soria tiene planes ambiciosos para transformar el aeródromo en un Aeroparque Tecnológico Industrial (ATI), lo que abrirá nuevas posibilidades de uso. En el futuro, se espera que el aeródromo acoja actividades como formación aeronáutica, mantenimiento avanzado y estacionamiento o preservación de aeronaves comerciales, además de atraer empresas del sector aeronáutico para fomentar el desarrollo económico y la creación de empleo en la región.
Todo ello pasa por un proyecto de ampliación y transformación que cuentan con una inversión estimada de 6,5 millones de euros, mejorará la seguridad y permitirá operaciones con aeronaves de mayor tamaño.
La ampliación proyectada del aeródromo de Garray
Los principales cambios incluyen la mpliación de la pista principal, cuya longitud pasará de 1.380 metros a 2.095 metros, mientras que la anchura se incrementará de 23 metros a 45 metros. Además, las zonas de giro en ambas cabeceras tendrán una anchura total de 92,40 metros. Esto permitirá que el aeródromo pueda recibir aeronaves como el Airbus A320 y el Boeing 737123. Sin embargo, el uso comercial estaría limitado en principio a actividades como estacionamiento y preservación de aeronaves, con un máximo estimado de entre 5 y 20 operaciones anuales para aviones grandes, debido a restricciones operativas y ambientales.
Se construirán una nueva calle de rodaje y plataformas pavimentadas (8.575 m² en total), incluyendo áreas para el estacionamiento de aviación general y para depósitos de combustible con capacidades de 15.000 y 20.000 litros. A ello se sumarán mejoras en drenaje y servicios, con la instalación de zanjas de drenaje paralelas a las instalaciones, junto con redes eléctricas, telecomunicaciones y saneamiento para mejorar la funcionalidad del aeródromo.
Durante años, no hubo empresas interesadas en gestionar el aeródromo, lo que obligó a la Diputación de Soria a asumir su mantenimiento con un coste anual aproximado de 30.000 euros. Esto dificultó su puesta en funcionamiento y desarrollo como infraestructura estratégica. Hoy, las obras de ampliación y el interés reciente por parte de empresas sugieren un cambio positivo hacia un futuro más prometedor para el aeródromo. El ATI quiere posicionarse como un referente en la descarbonización de la aviación, integrando la producción de hidrógeno verde para aplicaciones aeronáuticas y aeroportuarias. Empresas como Solarig y Redexis ya están involucradas en este ecosistema energético, desarrollando infraestructuras para generar combustible sostenible y soluciones energéticas avanzadas
Además, el aeródromo quiere atraer la innovación aeronáutica, convertido en un un laboratorio para probar tecnologías de vanguardia, incluyendo drones de carga impulsados por hidrógeno y otras aplicaciones pioneras en aviación sostenible, un enfoque que busca atraer empresas del sector aeronáutico y energético. El plazo estimado para la finalización de las obras de ampliación de Garray, lo que abrirá las puertas a todos estos proyectos, es a lo largo de este año 2025, según declaraciones del presidente de la Diputación de Soria, Benito Serrano, el pasado mes de noviembre. Aunque las obras aún no han comenzado debido a retrasos en la tramitación y licitación, se espera que estén concluidas dentro del mismo año una vez iniciadas, ya que el proyecto tiene un plazo de ejecución aproximado de ocho meses desde su comienzo.
Hasta el momento, no hay información confirmada sobre la adjudicación definitiva de las obras de ampliación del aeródromo de Garray. La Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León (Somacyl) es la entidad encargada de gestionar el proceso de licitación y ejecución del proyecto. La licitación del proyecto estaba prevista para este mes de enero, pero no se ha informado aún sobre la empresa adjudicataria para llevar a cabo las obras. Somacyl adjudicó la redacción del estudio técnico y la dirección de las obras a Gesnaer Consulting SLNE por un importe de 154.880 euros, lo que incluyó la planificación técnica necesaria para la ampliación y apertura al tráfico del aeródromo.