En su comunicado el COIAE manifiesta que, frente a tan reducidos beneficios, el daño que se produciría a la industria del transporte aéreo en España sería relevantes. Según el Colegio, corren especial peligro el desarrollo de los aeropuertos hub de Madrid y Barcelona, al no poder garantizar de forma eficiente la alimentación de los vuelos de media y, sobre todo, de larga distancia.
El COIAE no entiende que, cuando el viajero está demostrando que libremente se decanta por el modo de transporte que considera más barato, se tenga que recurrir a prohibiciones que tienen efectos negativos no evaluados. Por ejemplo, el porcentaje del tren frente al avión en el enlace Madrid – Valencia es superior al 90%.
Desde el Colegio se apunta también que esta posible prohibición desincentivaría las inversiones en nuevas tecnologías eléctricas y de hidrógeno, que tienen su banco de pruebas precisamente en los vuelos de corta distancia.
El COIAE insiste en que la medida más efectiva para la reducción de las emisiones de CO2 del transporte aéreo es, el apoyo a la producción y comercialización a precios razonables de los combustibles sostenibles de aviación (SAF).