El principal cambio realizado por el DECEA – Departamento de Control del Espacio de la Fuerza Aérea – estuvo relacionado con el Área de Control de la Terminal de Porto Alegre, que ahora tiene su centro en Canoas y ya no en el Aeropuerto Internacional de la ciudad, que permanece inundada y no se espera que vuelva a la normalidad en esas condiciones, al menos por un tiempo.
Se trazó un radio de 30 millas náuticas (aproximadamente 55 km) alrededor de la Base para controlar la entrada y salida de todas las aeronaves. Hasta el nivel de vuelo 40 (1.200 metros), el uso será exclusivo para vuelos de ayuda humanitaria, ya sea en operaciones de rescate, transporte de suministros y además de operaciones de aterrizaje y despegue relacionadas.
Por encima de este nivel, los vuelos pueden operar con normalidad. Este cambio se produjo debido a la gran demanda de los controladores aéreos, ya que el movimiento de más de 100 aeronaves directamente involucradas en operaciones de rescate y apoyo ha congestionado el espacio aéreo de toda la región metropolitana de Porto Alegre.
Todos los pilotos que operen en la zona deben conocer los Avisos a los Aeronautas, los llamados NOTAM, para no causar complicaciones en operaciones esenciales de rescate. También estarán restringidos los vuelos con drones a los organismos oficiales.
La Base Aérea de Canoas, en la Región Metropolitana de Porto Alegre, contará con cinco vuelos regulares diarios, pero éstos sólo estarán disponibles cuando la concesionaria Fraport, que transferirá temporalmente sus actividades desde el Aeropuerto Salgado Filho - que ella administra - a la región vecina, haga la ubicación correspondiente de la estructura básica necesaria para las operaciones.