La iniciativa prevé la reutilización inteligente del agua, a través de un modelo que integra plantas de tratamiento de agua (ETA) y plantas de tratamiento de aguas residuales (ETE), permitiendo aprovechar cada gota de líquido, desde el agua de lluvia, captada por un sistema de canaletas en los tejados, hasta su reutilización total en las instalaciones.
El tratamiento de aguas residuales se realizará ahora en el interior del aeropuerto, sin necesidad de circular por la red pública. El agua tratada, previamente destinada a un sumidero natural cercano, se utiliza para riego, baños y camiones de bomberos, proporcionando una reducción de costos estimada del 15% del gasto total anual.
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